28 Sep ¡Preciosa semilla!
Cuando hablamos de la semilla más grande que jamás haya sido sembrada, por supuesto nos estamos refiriendo a Cristo.
Además, el tema de la semilla tiene que ver con establecer valores, específicamente el valor de nuestras propias cosas.
Así como todo lo que tú compras y vendes tiene un valor, Dios también pone un valor a las cosas.
Por ejemplo, si le ofrecieras a Dios una vaca para vendérsela, ¿cuál sería el precio de la compra?
Tomando en consideración que la Biblia dice que Él es el dueño de las vacas y de los montes, quizás también sea sumamente retante establecer un valor.
De hecho, tú y yo podemos establecer valor a las cosas, pero ¿te has preguntado alguna vez cuánto vale algo para Dios?
De eso se trata el principio de la preciosa semilla.
El día que entiendas la revelación de lo preciado, ninguna semilla quedará sin cosecha.
Sembrarás cómo se describe en el Salmos 126:5-6
Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segaran. Irán andando y llorando los que llevan la preciosa semilla, más volverán a venir con regocijo trayendo sus gavillas.
Decide hoy darle lo mejor de ti a Dios. Recuerda que, tan pronto te desprendas de la preciosa semilla, el Reino de los Cielos se moverá a tu favor.
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¡Es mi regalo para ti!
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