136: Deja de pelear – Parte 2

136: Deja de pelear – Parte 2

En el pasado episodio 134 hablamos de la importancia que tiene el enojo para la vida de cualquier ser humano, pero sobre todo enfocándonos en la mujer.

Si bien dijimos que el enojo es algo natural y en muchas veces saludable, lo que no resultaba saludable era utilizar dicho enojo como una forma de obtener atención de las demás personas.

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Porque si bien es verdad que atraerás la atención de otras personas, la realidad es que esa atención no es la que estabas buscando. Ya que expulsar tu enojo en forma de rabieta o molestia, causa rechazo y repulsión.

En el ya mencionado episodio 134 nos quedó pendiente hablar sobre un concepto erróneo que tenemos las mujeres sobre nuestro enojo, y es exactamente sobre lo que vamos a hablar a continuación.

El enojo como arma de negociación

Un concepto muy arraigado en la mente de muchas mujeres alrededor del mundo, es que el enojo es el arma perfecta para conseguir lo que quieren.

Es decir, muchas mujeres utilizan la demostración irracional del enojo, como una forma de intimidar y convencer a las demás personas, que deben darnos lo que nosotras exigimos.

Pero la realidad, es que de esa forma no solo estás dando una mala imagen a los demás, sino que te estás mal acostumbrando a creer que consigues las cosas de una manera correcta y civilizada, cuando la realidad es que estás manipulando y obligando a las demás personas, a obedecerte.

En cualquier relación entre dos personas, los acuerdos e intercambios entre ambas partes, se consigue deliberando con educación, no con exigencias basadas en el miedo y la manipulación.

Por lo tanto, si utilizas en tu vida diaria la demostración deliberada de enojo para conseguir lo que quieres, déjame decirte que estás siendo una manipuladora, por más feo que esto suene.

¿Por qué es importante aprender a controlar mi enojo?

Es beneficioso para ti

Cuando hablamos del sentimiento de enojo, debemos saber que si bien es algo natural, también es un sentimiento el cual puede ser muy negativo, si nos acostumbramos a vivir una vida basándonos en él.

No solo estarás afectando a tu vida profesional y personal si pasas todo el tiempo enojada, sino que también lograrás que tu cuerpo y mente se vean afectados de la misma manera.

Es beneficioso para tus relaciones

Al estar enojadas todo el tiempo nos ofendemos con mayor facilidad, y la gran mayoría de cosas dichas por los demás provocan irritación y desacuerdo en nuestro ser.

Pero al dejar esto de lado, podemos empezar a pensar más racionalmente y comenzar a llevarnos mejor con el mundo de personas que nos rodean.

Permite una verdadera resolución de los conflictos

Dejar el enojo de lado nos permite expresar de forma clara cómo nos estamos sintiendo y lo que pensamos, lo cual le da a las demás personas la posibilidad de entendernos y llegar a un mutuo acuerdo que nos beneficie, tanto a nosotros como a las demás personas.

Antes de continuar con nuestra lectura, me gustaría preguntarte: ¿Qué otros conceptos erróneos sobre el enojo conoces?

Me encantaría leer tu respuesta a esta pregunta, en la caja de comentarios.

Terminando con la anterior, continuemos nuestra lectura.

Otros 5 consejos para expresar de mejor manera nuestro enojo

1- Aprende a acompasar los ritmos

Seguramente en estos momentos te estés preguntando ¿Qué es acompasar? Acompasar significa seguir el ritmo. Y en este caso, quiero que aprendas a seguirle el ritmo a las demás personas.


Con esto no me refiero a que te vuelvas como ellas y abandones tu individualidad, sino a que comiences a comprender que no vives sola, y que si bien tú puedes tener una forma de vivir, las demás personas tienen la suya propia.

Gracias a esto, podrás ver que en ocasiones la forma de vivir de otras personas será incompatible con la tuya, pero en esos momentos es cuando debes aprender a controlarte, y aprender a subir o bajar el ritmo que llevas.

2- Habla clara y directamente

Cuando nos enojamos en la gran mayoría de casos, comunicamos a las demás personas sentimientos y deseos momentáneos, que probablemente no sean la forma real en la que nos estamos sintiendo.

Por eso, debes aprender a tomarte un tiempo cada vez que el enojo te supere, para tranquilizarte y pensar realmente qué es lo que estás sintiendo, y que necesitas hacer o decir para que dicha situación mejore.

Una vez tengas todo en claro, puedes comunicárselo a las demás partes involucradas, para que estas puedan actuar de manera acorde a tus sentimientos reales.

3- Habla más de ti

El error más común de las personas enojadas, es caer en el ciclo vicioso de la queja. Lo cual solo genera más malestar.

Debes evitar recriminarle a las demás personas lo que hicieron mal, y centrarse en comunicar, cómo esta situación te hizo sentir, y de qué manera se puede llegar a una solución razonable.

Esto es importante porque si te obsesionas con el mal accionar de las demás personas, no solo te enojarás y se creará dentro de ti un gran sentimiento de frustración, sino que también lograrás poner a las demás personas de mal humor. Lo cual no solucionara nada.

Quejarse no soluciona nada, buscar soluciones sí.

4- Escucha activamente

Escuchar activamente significa darle el lugar a la otra persona a tomar el protagonismo de la situación, y contar su punto de vista. O lo que es lo mismo, ponerse a su nivel, acompasar.

Para que puedas escuchar y entender lo que la otra persona quiere expresar, lo más importante es convertirte en una escucha activa, alguien que escucha a la demás personas, no las interrumpe, y se pone a su nivel a la hora de analizar cada palabra que estas dicen.

Al hacer esto, evitarás muchas discusiones y enojos, por no escuchar atentamente lo que las demás personas quieren expresar.

5- Respeta las diferencias

El consejo más importante que puedo darte sobre cómo manejar tu enojo, es que entiendas que todas las personas somos diferentes, y por lo tanto, todas pensamos y actuamos de diferentes maneras.


Aprender a amar y respetar a nuestro prójimo fue una de las tareas más importantes que nuestro señor Jesucristo nos delegó, y debes aprender a naturalizar este pensamiento.

Cada vez que te enojes con una persona por su manera de pensar, recuerda que la otra persona es un ser totalmente diferente a ti, con otro cerebro, otra experiencia de vida y un accionar totalmente diferente al tuyo.

Por último, me gustaría agradecer a todas esas mujeres, que decidieron invertir un par de minutos de su vida leyendo este artículo con nosotras

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