142: No seas perfecta, sé excelente – Parte 2

142: No seas perfecta, sé excelente – Parte 2

En el episodio anterior hablamos sobre cómo la búsqueda constante de la perfección nos aleja cada vez más de nuestra naturaleza humana, y nos vuelve seres hambrientos de ego y frustración.

¡Escucha el Episodio Completo Aquí!

Mencionamos que en vez de buscar la perfección, el cual es un estado completamente imposible de alcanzar excepto por dios, debemos buscar ser excelentes en todo lo que hagamos. Y el día de hoy voy a darte consejos sobre cómo convertirte en una persona excelente

¿Qué significa ser excelente?

Una persona que persigue la excelencia, es aquella que reconoce su falta de perfección, pero que trabaja arduamente día a día para superar sus límites. Todo ello teniendo como único foco y limite su propio ser.

Esto se diferencia en gran medida sobre lo que es ser una persona perfeccionista, ya que estas buscan alcanzar la perfección sin importarles sus limitaciones, con el principal objetivo de compararse con las demás personas.

4 Beneficios de ser una persona que persigue la excelencia

1- La base de la excelencia son tus propias habilidades

Para convertirse en una persona excelente debes dejar de mirar como es el otro, y en qué es bueno. Concéntrate completamente en tus capacidades, qué habilidades posees, y cómo estás pueden mejorar día a día para, finalmente, alcanzar tus objetivos.

2- Tu excelencia brilla, más que tus errores

Deja el miedo de lado, fallar es de humanos, y siempre que estés fallando, estarás aprendiendo. No importa si no consigues algo a la primera, con determinación y trabajo duro terminarás por alcanzar tu objetivo.

Esto se debe a que si eres bueno en algo, y buscas ser excelente, lo terminarás siendo.

3- La excelencia te trae motivación y la perfección, frustración

Intentar ser mejor en algo, siempre motiva e impulsa a seguir adelante. Por otro lado, el hecho de querer ser perfecto en algo, y no lograrlo, termina por frustrarnos.

Nunca olvides que es imposible ser perfecto en algo, ya que el único ser perfecto, es nuestro señor y creador.

4- La excelencia comienza desde adentro

A diferencia de la búsqueda de la perfección, que se ve reflejada únicamente en lo externo y en los ideales falsos. La excelencia comienza desde nuestro interior, en el primer momento que decidimos ser excelentes.

Nunca debes olvidar que los verdaderos cambios , los cambios duraderos y significativos, empiezan desde dentro y se ven materializados en el exterior.

Antes de continuar con nuestra lectura, me gustaría hacerte una pregunta: 

¿Qué otros beneficios conoces sobre la excelencia?

Me encantaría leer tu respuesta a esta pregunta, en la caja de comentarios.

Terminando con la anterior, continuemos nuestra lectura.

3 Consejos para que puedas comenzar a alcanzar la excelencia

1- Identifica en qué eres bueno y enfócate en ello

Empieza a dejar de lado todas aquellas cosas que has practicado durante años y sigues sin ver un avance. 


Enfócate en todas aquellas áreas donde mejor te desempeñas, y empieza a esforzarte por ser excelente en esas áreas concretas.

2- No tengas prisa

No caigas en el cliché de la inmediatez, las cosas buenas siempre se hacen esperar, y la excelencia no es la excepción.


Si realmente quieres convertirte en una mujer excelente y exitosa, debes trabajar día a día en ello, para que al final del día, puedas reflexionar y darte cuenta de que estás cada vez más cerca de alcanzar dicho objetivo.

3- ¡Dedícate!

No empieces con algo y lo abandones al poco tiempo. No pongas mucho empeño de golpe en tus emprendimientos, y luego vuelvas a la rutina habitual.


Debes empezar a comprometerte con tu búsqueda de la excelencia, debes comenzar a dar el máximo de ti en cada cosa que hagas.

Solo dedicándote de lleno a mejorar, es que podrás alcanzar la excelencia.

Por último, me gustaría agradecer a todas esas mujeres, que decidieron invertir un par de minutos de su vida leyendo

1 Comment
  • Liliana coy
    Posted at 19:24h, 27 November Reply

    Muy buena enseñanza Pastora. Yo por muchos años he querido servir en la casa de Dios. Pero hay Sido para mí casi imposible. Es decir me cuesta mucho orar y es lo que más amo además siento que aún dentro del cuerpo de Cristo y las personas que dicen ser más creyentes y que saben más no todas tienen una empatía y eso ha dañado mucho mi corazón, después de mucho tiempo he pensado en desir además porque me ha costado mucho conectarme con Dios y se que para llevar un ministerio es conexión con Dios. Además que igual que tú esposo soy una persona diferente al resto me regalan me cuestionan y las críticas sin muy duras y no quiero en silencio seguir estando así con mi pastor el cual llevo tanto tiempo.

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