25 Nov ¿Cómo mostrar gratitud en nuestro entorno?
Gratitud es una palabra corta con un significado extenso, profundo y valioso. Ser agradecidos va mucho más allá de decir “gracias”, ante alguna circunstancia que lo merezca. Este término tiene un poder que es imposible calcular de forma sencilla.
Desde pequeños, decir “gracias” es pronunciar una “palabra mágica”, como solían decir nuestras madres, tías o abuelas. Y en la adultez, debemos ser conscientes de que así como en aquellos tiempos, podemos lograr cosas increíbles a través de un gesto de agradecimiento.
Y esto no solo está vinculado con lograr que una persona haga algo por nosotros. Por el contrario, podemos sentirnos bien con nosotros mismos, sembrar emociones positivas en nuestros semejantes y cultivar relaciones saludables en nuestro entorno.
Hoy quiero compartirte diversas maneras de agradecer, que podrían sumar al hecho de pronunciar esta poderosa palabra de forma textual.
Además de decir “gracias”… ¿de qué otra forma podemos expresar agradecimiento?
Oración
Orar siempre es bueno para el alma. Cuando hablamos con Dios y le agradecemos, abrimos un camino de bendiciones, prosperidad e infinita paz interior. Debemos procurar que este sea un hábito en nuestras vidas, que nos lleve a ser auténticos, humildes y fieles cristianos.
Pero además de agradecer a Dios propiamente, cuando oramos por nuestros hermanos en Cristo, estamos honrándoles y mostrando agradecimiento por cualquier momento o acción que nos regalaron.
Qué hermoso saber que alguien está orando por ti e incluso, cuando el otro no lo sabe, es un hermoso gesto lleno de buena intención, gratitud y profundo amor por los demás.
Ora por ti, por tus hermanos, por tu familia, por tu comunidad, por tu país y por todo aquel que necesite la intercesión de Cristo ante el Padre y que quiera restauración en Su vida. Confía en Su nombre, y háblale con el corazón abierto. Llénate de Su Gracia y Su bendición, y transmítelo a otros.
Actos de servicio
El agradecimiento también puede ser expresado por medio de actos de servicio. Demuéstrale a las personas que han hecho algo por ti que tú también estás dispuesta a ayudarlos y asistirlos en lo que esté a tu alcance, en función de su bienestar.
Hacer algo por ellos, facilitarles una labor en la que tú tienes más destreza, prepararles una comida o simplemente ayudarlos a resolver un problema. Son cosas que muy probablemente no te cuesten demasiado y que pueden tener mucho valor para otros.
Servir al prójimo, incluso sin que este haya hecho nada que debamos retribuir, es uno de los actos más importante de la vida cristiana. Además de agradecer con palabras, aprende a agradecer con hechos.
Detalles
No tiene que ser el regalo más grande del mundo, ni el más caro, ni el más moderno. Basta con que logre transmitirle a una persona el cariño y la gratitud que sientes por ella. A veces, una taza de café, una barra de chocolate o una simple nota escrita de puño y letra, puede ser un detalle muy especial para dar.
Esta es una forma tangible de demostrar los sentimientos. Puede ser una flor, una nota o cualquier snack que le recuerde al otro que piensas en él, que lo valoras y que agradeces su permanencia en tu vida.
Testimonio
El testimonio también es muy valioso. Comparte con esa persona qué significado tuvo lo que hizo por ti y exprésale con autenticidad todo lo que representa en tu vida. Así sean cosas pequeñas, puedes profundizar en el reconocimiento del talento, la disposición y la buena voluntad que otros ponen a tu disposición para hacerte más fácil el camino.
Cuando eres capaz de agradecer en voz alta y enaltecer a tus hermanos, también inspiras a otros a establecer lazos de gratitud. Al final tu entorno se verá impactado positivamente por el agradecimiento y estarás en un ambiente más considerado, justo y ameno.
Qué emoción verte llegar al final de esta lectura. Hoy quiero invitarte a revivir junto a nosotros el episodio 143 de Mujer, Podcast, titulado: “El poder de la gratitud”. Ya se encuentra disponible en tus plataformas digitales favoritas.
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