22 Sep 278: Cuando tus Emociones no Cooperan – Lidera desde tu Espíritu.
Quiero comenzar con una confesión, hay días en que mis emociones parecen como niño pequeño en un supermercado, y tú dirás cómo así, los niños pequeños en un supermercado a mí me pasaban consistentemente que mis hijas me hacían un berrinche, que querían todas las cosas a la vez, ellos se querían bajar del carrito, volver a subir, qué mami cómprame esto.
Yo sé que yo no soy la única que tuve esa experiencia con sus hijos me imagino que a ti te ha pasado también y de repente cuando estamos en ese reguero con la familia, todo el mundo hablando a la vez cada una queriendo algo diferente se nos presenta como si tuviéramos un mal día, la realidad que eso es lo único que hace falta para que uno quiera tirar la tolla, tener ese sentimiento de que hay un mal día, un mal momento, está de mal humor, que estás cansada, que no quieres hacer nada, que ese estado de ánimo está por el piso.
Escúchame bien no es tu estado de ánimo el que define tu destino, es tu espíritu alineado con Dios, cuando tú entiendes esto un día malo, un día con tus hijos al revés, con tus hijos candela, un día con un problema en el matrimonio, un día con un problema financiero, un día con alguna situación así, nos destruye una temporada completa.
Quiero demostrarte como puedes dejar de ser víctima de esas olas emocionales que llegan a nuestra vida y como tú puedes a comenzar a liderar de tu espíritu, te quiero entregar herramientas como; compartir estrategias bíblicas para discernir cuando tus emociones te están mintiendo, te voy a compartir una clave científica que te va a ayudar a reprogramar tu mente en segundos y te voy a dar una revelación espiritual que te va a hacer mantener la calma y que todo esté en cauce a tu alrededor.
Lo que hoy te voy a compartir va a cambiar la manera en que tú manejas tus emociones y cómo lo puedes alinear con ese propósito eterno que Dios ha puesto sobre tu vida.
Quiero que te prepares para escuchar este episodio que se titula: CUANDO TUS EMOCIONES NO COOPERAN —LIDERA DESDE TU ESPÍRITU.
¿Sabías tú que no es tu estado de ánimo el que define tu destino, es tu espíritu alineado con Dios? ¿Me creerías si te dijera que hacer callar a tu alma sin apagar tu corazón? ¿Conoces tú que un mal rato dura 90 segundo en tu cuerpo, después de eso lo que tienes vivo no es un evento, no es lo que sucedió? ¿Me creerías si te dijera que liderar con nuestras emociones no significa el negarlas? ¿Te has preguntado si tenemos que permitir que la paz arbitre o maneje nuestras emociones?
¿Te has preguntado si tienes la capacidad de responder con toda seguridad estas preguntas? Me gustaría leer tus respuestas a estas preguntas, en la caja de comentario.
Terminando con lo anterior, continuemos nuestra lectura.
Lo primero que quiero enseñarte; es lo más importante que vas a aprender en el episodio del día de hoy, es algo que me costó algo de trabajo a mi entender, voy a explicártelo de la manera más simple posible, por qué, porque de repente cuando nosotros estamos en un momento emocional en nuestra vida, en un momento difícil, donde pueda ser que haya miedo, frustración, depresión, enojo, ira, celos, todas esas emociones que sentimos, hay gente con buenas intenciones que dicen que no le preste atención a eso.
Liderar con nuestras emociones no significa el negarlas, jamás te voy a decir que ignores aquello que tú estás sintiendo por qué, porque cuando ignoramos lo que estamos sintiendo eso no funciona, eso funciona igual que cuando tus hijos estaban pequeños y te decían mami búscame y se tapaban los ojos pensando que se hacían invisibles y nadie los veía, las mías las cuatro las hicieron, de esa misma manera tú negar lo que tú estás sintiendo no funciona.
Las emociones no se esconden debajo de una alfombra porque tarde o temprano van a comenzar a hacer ruido y van a comenzar a salir, tampoco pueden sentarse en el trono de tu vida, tú, ni las escondes, ni le das el lugar más importante de tu vida, por qué, porque ese lugar más importante de tu vida le pertenece a uno y es solamente a Dios, la biblia nos presenta esto que nos confronta cada vez que yo leo esta escritura.
Eclesiastés 10:4 “Si el espíritu del príncipe se exalta contra ti, no dejes tu lugar” que está diciendo esta escritura, en otras palabras, te está diciendo que, aunque se levante dentro de ti, cualquiera emoción; enojo, tristeza, ansiedad, depresión, lo que sea no le des tu lugar, ni tampoco le des tu autoridad espiritual, por qué, porque si tus sedes el trono, si tú cedes ese lugar importante a las cosas que tú sientes, esas emociones, enojo, los celos, terminas destronando las cosas en las que tú crees.
Esto nos puede pasar a cualquiera de nosotros con una tontería, como que se te derrame el café encima de la computadora, que salgas al garaje con todos los paquetes y hayas dejado la llave dentro de la casa, que sagas de la casa y se te hayan quedado loes espejuelos, que se te haya quedado algo importante que necesitabas, y en ese momento tenemos dos opciones, nosotros podemos fastidiar el día, maldecir el día o simplemente poder reírnos, limpiar lo que sea, buscar lo que sea, resolver lo que sea y seguir hacia adelante y con madurez.
Si eres una fiel oyente de mujer podcast, espero que seas una de esas miles de mujeres que escuchan estos episodios todos los lunes, pues yo creo que tú tienes la capacidad de escoger la segunda opción, un mal momento no tiene derecho a robarte toda la jornada de un día, una emoción intensa dura en tu cuerpo tú sabes cuánto tiempo 90 segundos eso es lo que explica la ciencia, después de eso 90 segundos que es lo que te mantiene, puedes decir que puedes estar enojada el día entero, un año enojada con mi esposo un año entero.
Un mal rato dura 90 segundo en tu cuerpo, después de eso lo que tienes vivo no es un evento, no es lo que sucedió, es tu decisión de repetir ese evento en tu pensamiento, así que cuando una emoción quiera dominarte, aprende a respirar, cuenta cada segundo y recuérdate que tus emociones son visitas en tu cuerpo no son reinas, no están ahí para quedarse y eso es liderar desde nuestro espíritu, tu escucha lo que tú sientes, pero decides lo que vas a creer.
Lo segundo que necesitas hacer; es hacer callar a tu alma sin apagar tu corazón; hay un salmo que me encanta que de verdad que siempre lo escucho me llena de ánimo, Salmos 131:2 “He hecho callar y enmudecer mi alma como un niño destétate está mi alma” eso lo escribió David y David no dice que elimino sus emociones, sino que dice que las entreno, las enseñó, las hizo callar.
Cuando un niño es destetado, siempre tiene que ser entrenado por qué, porque llega un momento que no puede depender de esa leche y le corresponde a esa madre a enseñarlo y cuando ese niño aprende a encontrar satisfacción más allá de esa conexión con su mamá y entonces ahí crece y eso es lo que tenemos que entender que tenemos que entender a silenciar nuestras emociones no negándolas eso ya lo explicamos, sino que tenemos que darle la última palabra al Dios que está dentro de nosotros.
Hay día que mi alma está sintonizada en el radio incorrecto, antes cuando teníamos los radios de dial, que le dábamos vueltas esas rueditas, siempre pasábamos por esas áreas de las emisoras de radios que no estaban en sintonía y que no tenía ese ruido terrible, ese radio mal sintonizado y así se sienten nuestras emociones dentro de nuestro corazón cuando se mezclan con preocupación, con culpa, con enojo, con ira, con todas esas cosas, son esos momentos donde tenemos que respirar profundo y decirle a nuestro interior se acabó el ruido.
Aquí manda la paz de Dios, es cuando llegábamos a esa emisora y se oía perfectamente bien y era como un milímetro de distancia créeme funciona porque cuando el alma aprende a callar todo ese ruido el corazón encuentra su descanso, me encanta pensar que nuestras emociones son como niños en un carro y ustedes dirán pastora hoy me está dando ejemplos medios raros, yo sé, yo entiendo, pero quiero llevarte a un punto.
Como son nuestros niños en un carro, no los puedes bajar en plena autopista, pero tampoco los puedes dejar que guíen. ¿Por qué?, porque cuando tú mantienes unos niños en el auto donde corresponden, sentados en el asiento de atrás, amarrados, en silencio, tranquilos, todo está bajo control.
No permitas que tus emociones tomen posesión de tu vida y tampoco pretendemos que se bajen del carro y se desaparezcan, tienes que acomodarlas donde corresponde y eso tú lo haces cuando escuchas tu voz interior, cuando permites que el espíritu santo te guíe, cuando eliges enfocar tu mente en algo mayor tu sistema nervioso se regula automáticamente y créeme cuando te digo que tu cuerpo entero responde a eso, es ahí donde tu alma entiende que no es el capitán, sino que nuestra alma y nuestra mente es el pasajero.
La emoción que es despegada, así como te explique de ese niño que es destetado, esa emoción deja de mandarte y esa emoción empieza acompañarte, que es en realidad el objetivo y el propósito con el que tenemos emociones en nuestra vida para que nos acompañen.
Hay personas que dicen ay pastora es que con esta pérdida siento un dolor, lo anormal sería que sintieras alegría, ese dolor está ahí porque cumple específicamente con una función, no todas las emociones merecen como un micrófono en nuestras vidas, pero una de esas emociones necesita un abrazo, otras necesitan silencio, otras necesitan simplemente hacer su trabajo.
Dios siempre debe tener la última palabra en nuestra vida y es ahí donde se cumple lo que David escribió dijo, alma quieta, tranquila, pero al corazón le dijo que se mantenga vivo, porque no todo lo que tú sientes es falso, pero nada de lo que tú sientes es tu señor.
Lo tercero que tenemos que entender; es que tenemos que permitir que la paz arbitre o maneje nuestras emociones. Hay un versículo que parece sencillo, peor que es bien revolucionario al mismo tiempo, me refiero a Colosenses 13:15 “Y la paz de Cristo gobierne en nuestros corazones”
La palabra que pablo usa ahí la palabra gobierne actuar como árbitro me encanta esa imagen, la paz como un juez, como un árbitro que pita falta cuando hay algo que está mal, cuando viene el miedo, cuando viene la prisa, cuando viene la angustia, el sentimiento y el fracaso les pita y les dice hasta aquí llegaste, esto nos ayuda a concentrarnos en esa confianza que debemos tener siempre en nuestro Dios.
Cuando nuestro corazón está intranquilo, aunque las opciones que tengamos delante de nosotros parezcan lógicas yo nunca le doy paso a eso, si mi corazón está intranquilo por algo yo prefiero esperar antes de tomar una decisión apresurada y esto lo he aprendido a cantar, recuerdo una vez que me pasó, me estaban presionando para tomar una decisión y yo dije NO, nosotros tenemos una regla que si yo me siento que si hay algo mal yo espero y gracias a Dios que espere, porque al otro día nada más Dios me reveló porque tenía que haber esperado de esa decisión.
Esto fue el árbitro que tenemos dentro de nosotros que nos levanta una bandera, nuestro cerebro también responde a este principio, cuando una decisión se toma desde el miedo, el pánico, el caos, la ansiedad, se activan todas las áreas de nuestro cerebro que solo están buscando sobrevivir, cuando tus esperas que la calma marque el ritmo de tus decisiones se activa tu capacidad de razonar con claridad.
La paz que no te permite un sí adelante, la realidad te lo permite tú pones freno cunado es necesario, tú si puede ser un no disfrazado, tenemos que aprender a manejar nuestras emociones, muchas veces lo llamamos que es un ataque del enemigo a lo que en realidad son consecuencias de decisiones sin haber permitido que el espíritu santo nos administre. Decidir desde la herida es comprar ahora y pagar con intereses más adelante, cuando la paz de Cristo es lo que arbitra, no solo eliges mejor, sino que también duermes más tranquila.
Lo cuarta que debes de saber es que; un mal día no define una mala temporada, me encanta como lo dice el profeta Miqueas 7:8 “Aunque caí me levantaré, aunque more en tinieblas Jehová será mi luz” no niega la caída, tampoco niega la oscuridad, pero tampoco las convierte en una sentencia final, ese me levantaré es una decisión no es un deseo, es como decir si hoy fue duro, pero mi historia no termina aquí yo voy a tomar el control sobre esto y todas tenemos esos días en que parece que nada sale bien.
Si discutes en la casa, si tienes trabajo acumulado, tienes puertas cerradas sobre tu vida, estás esperando algo que no llega y muchas veces es más fácil creer que un día malo arruina todo lo que nosotros hemos construido, que creer que Dios nos pueda dar el control de nuestras emociones en esos días malos, no eres lo que te paso un día terrible, tú eres lo que Dios te prometió y serás siempre.
Hace ya un tiempo, yo tuve una semana de esas complicadísimas, de esas bien tremendas, nada grave, peor cuando se juntan cosas y tú piensas que estás muy cansada, que ya no puedes más, no quiero seguir haciendo esto, quiero dejar aquello, cuando tomamos decisiones desde nuestras emociones yo tengo que decirte que incluso en ese tiempo no estabas ni durmiendo bien y sabes lo que hice, hago que les he recomendado a las mujeres muchas veces, que se lo recomendé en mi libro Mujer Valórate, es que comencé a escribir las cosas y las recomendaciones que Dios me ha dado en mi vida.
Escúchame bien en ese momento entendí que tenía muchas cosas que agradecer, y actos como este, sentarnos, meditar en la palabra ver un poquito más allá de la situación inmediata nos ayuda a levantarnos, muchas veces el cerebro tiende a darle más peso a las cosas negativas que pasan en nuestras vidas, porque cuando sucede cosas negativas automáticamente nuestras emociones se pegan de ahí y nuestro cerebro dice esto es importante, peor tú necesitas contrarrestar eso de forma intencional.
Yo estoy segura de que hay muchas cosas que tú puedes recordar en el día de hoy que están lleno de gracia y que pueden aliviar cualquier herida que pueda estar sintiendo, de esta manera tú puedes entrenar tu mente para ver a Dios incluso cuando hay mucha oscuridad, cuando hay hasta neblina y también puedes empezar a ver lo que parece negativo de una manera positiva.
No seas de esa gente que solo ve lo malo en la vida, comienza a mirar más allá del día oscuro y repite la verdad que tu temporada responde a la voz de Dios, no al volumen ni a los problemas que estás pasando en ese día porque lo que determina tu destino no es la tormenta que tienes hoy, sino la luz que va a volver a salir en el día de mañana. La esencia de todo lo que hablamos hoy se resume en esto: tus emociones son pasajeras, pero tu espíritu en Cristo es eterno y es capaz de liderar tu vida con firmeza y con esperanza.
Quiero dejarte un consejo; cada mañana antes de que tú abras tu agenda, antes de que tú respondas el primer mensaje, antes de que te conectes en el teléfono toma 90 segundos, detente, respira profundo, dale gracias a Dios por tu día y dile hoy mis emociones no deciden mi futuro, el espíritu santo es quien me dirige en mi camino y encomiéndate de esa manera a Jehová todos los días de tu vida.
Créeme ese simple hábito puede transformar la manera de que tú atraviesas tu día y evitar que un mal momento te arruine una temporada completa.
Si este episodio ha hablado tu vida, si te confronto, si te animó, quiero invitarte a ser parte de la misión que trato de cumplir aquí a través de mujer podcasts que es inspirar a más mujeres y darle herramientas para que tengan éxitos en todas las áreas de tu vida.
Tu interacción no solo me ayuda al algoritmo, sino que ayuda que este mensaje llegue a los corazones que necesitan escuchar que, si se puede liderar desde nuestro espíritu, e incluso cuando se tiene demasiadas emociones a nuestro alrededor.
Por último, me gustaría agradecer a todas esas mujeres, que decidieron invertir un par de minutos de su vida leyendo.
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