13 Oct 281: Tu Círculo Te Levanta – Tres relaciones claves para tu vida.
Muchas mujeres viven rodeadas de muchas personas, pero en el fondo se sienten solas y yo sé, yo conozco mujeres que sostienen ministerios, sostienen equipos, sostienen familias, pero por dentro lo único que pueden pensar por dentro quién me sostiene a mí, y este es un problema real para muchas mujeres hacemos malabares entre nuestro trabajo, la familia, la iglesia, los hijos, pero muchas veces no tenemos un círculo íntimo que nos edifique y sabes lo que sucede terminamos drenada, es como cuando cocinas un manjar para muchas personas y se te olvida servirte a ti, tú no comes absolutamente nada.
La buena noticia es que Dios no diseñó a ninguna de nosotras para nosotras estar solas, ningún ser humano fue diseñado para caminar solo. El mismo Dios escogió a doce discípulos y, dentro de esos doce discípulos, y escogió a tres para que fuera su círculo más cercano.
Si el hijo de Dios necesito comunidad estratégica como tú me vas a decir a mí que prefieres hacer las cosas sola y que tú no necesitas a nadie en tu vida, hoy yo quiero revelarte como construir ese círculo íntimo sin tener drama en tu vida con tres relaciones claves que son pilares en tu vida, y quiero hablarte acerca de cómo tú puedes elegir bien ese círculo porque si lo haces vas a elegir bien tu destino, hoy quiero hablarte acerca de ese círculo que te levanta, tres relaciones clave para tu vida.
¿Te has sentido alguna vez que te rodeas de muchas personas, pero en el fondo se sienten solas? ¿Me creerías si te dijera que Dios no diseñó a ninguna de nosotras para que nosotras estar solas? ¿Sabías tú que las mentoras esas son las mujeres que te impulsan a crecer? ¿Te has preguntado alguna vez por qué el conocimiento que no compartes se convierte en estancamiento en tu vida? ¿Te has preguntado por qué, cuando tú hablas con una amiga que sea sabia, tú sabes que tu cerebro automáticamente baja esa alarma interna?
¿Te has preguntado si tienes la capacidad de responder con toda seguridad estas preguntas? Me gustaría leer tus respuestas a estas preguntas, en la caja de comentario.
Terminando con lo anterior, continuemos nuestra lectura.
Tres relaciones que necesitamos en nuestra vida, ese círculo que necesitamos en nuestro alrededor para que nos ayude a crecer.
1. GRUPO DE MENTORAS; esas son las mujeres que te impulsan a crecer, quiero comenzar con esa primera relación porque todas las mujeres necesitan una mentora, mira el ejemplo de Jesús, era el maestro, pero antes de comenzar su ministerio busco afirmación con otras personas como por ejemplo con Juan el Bautista; Juan no fue solamente quien lo bautizó, fue quien lo confirmó públicamente lo que Dios había dicho en secreto acerca del hijo de Dios cuando dijo este es mi hijo amado, esa voz de afirmación lo catapultó a la misión que Dios lo había enviado hacer aquí en la tierra. Si este concepto lo aterrizamos a nosotras te hago esta pregunta ¿Quién tiene permiso de hablar de verdades que no quieres escuchar? Pero si las escucharas podrían salvar tu vida, tu propósito, la biblia, es bien clara ser imitadores de mí como yo de Cristo.
Eso lo escribió Pablo en 1 Corintios 11:1 que significa esto, si tú puedes y debes imitar a personas que caminan delante de ti, Dios nos da el modelo, que las ancianas deben de enseñar a las más jóvenes amar a sus maridos, a sus hijos y a ser prudentes y hacer cuidadosas de su casa, eso no es control para las nuevas generaciones eso es legado.
Una mentora no es quien te da órdenes, una mentora es quien te presta su sabiduría para tú no tropieces donde ella ya se cayó, en mi vida yo he tenido mujeres mayores que yo, en la fe mayor que yo en experiencias que han sido como un espejo de lo que yo pudiera llegar a ser y muchas han podido hablar en mi vida, y han dado palabra en momentos que yo lo he necesitado y cada uno de esos consejos me han salvado, me han salvado de cometer un error.
Esto es una señal práctica para ti ora por mujeres que te lleven ventajas en la fe, en carácter, en fruto, y pídele a esa persona que sea tu mentora, eso es lo que yo hago dentro de mi comunidad de las divinas que yo sé qué hace tiempo no les hablo de eso, pero pueden ir a Omayrafont.com/divinas y ahí está toda la información, por medio de enseñanza, por medio de privado uno a uno ayudo a esas mujeres que están en mi grupo dentro de mi comunidad a crecer en su fe, a crecer en su carácter y alcanzar los frutos que tanto anhelas en todas las áreas de su vida.
Sabes qué; una mentora no te viste a la medida de ella, una mentora correcta te apunta hacia tu destino, cuando tú permites que una mentora te hable no estás recibiendo solamente consejo, sino que estás recibiendo transferencia de visón, la biblia muestra como Elisio recibió la unción de Elías, pero solamente cuando lo seguía de cerca, de la misma manera cuando tú expones tu vida con alguien que ya haya transitado batallas que tú apenas estás comenzando recibes estrategias invisibles para poder vencer.
Una verdadera mentora abre ventanas de posibilidades que tú ni siquiera te imaginas que están ahí, su voz debe de ser como una guía o quizás como un trampolín que te lanza más lejos de lo que tú jamás podrías alcanzar por sí sola.
2. LOS PARES; esa son la gente que caminan a tu lado, ese es el segundo pilar de círculos que tienes que tener a tu alrededor, esas son las amigas que están en las mismas etapas que tú estás viviendo y con las que tú caminas hombro con hombro. La biblia lo ilustra de una manera bien hermosa y puedes buscar en Eclesiastés 4:9-12 “Mejores son dos que uno, porque si cae uno levanta a su compañero” yo no sé si tú puedes ver esa imagen tan bella y tan poderosa como yo la veo, Dios nunca diseño que no llevaras sola tu carga emocional, espiritual o familiar, no cualquier persona suma a nuestra vida, lo sé, pero tú si necesitas mujeres que no compitan contigo, sino que te complementen en tu propósito, mujeres que celebren tus victorias como si fueran las victorias de ella y que oren por ti en tus momentos de baja.
Quiero comentarte que tu paz también se corre gula, estar cerca de alguien confiable regula tus niveles de estrés, regula, tus emociones, te ayuda aterrizarte en esos momentos de por las razones que sea nos salimos de nuestras casillas, cuando tu habla con una amiga que sea sabia tú sabe lo que sucede tu cerebro automáticamente bajo esa alarma interna, por eso después de una buena conversación con una amiga de fe tú dices, no sé qué tiene ella, peor ya se me quito el coraje me siento más liviana.
Un par correcto es como un espejo emocional, te refleja, te entiende y te impulsa, yo quiero darte un consejo práctico, crea un pequeño ritual con tus pares, con tus amigas, puede ser un check-in semanal, una llamada, tomarse un café, pasar una por la casa de la otra, puede ser la cosa más sencilla del mundo.
Una de las cosas que hacemos en nuestra iglesia fuente de agua viva, es que promovemos los grupos por qué, porque unas de las cosas que añade mucho valor a la vida de un cristiano que se congrega en una iglesia, es que esa comunidad de fe, pertenecer a esos grupos es poderoso y trae buenos resultados en nuestras vidas.
Tu círculo íntimo no es para desahogar tu drama, es para desatar tu destino y pares que crezcan junto contigo en la fe es algo poderoso, Jesús mismo disfruto mucho de la cercanía de aquellos que él puso en lugares como si fueran sus pares, me refiero a Pedro, Jacob, Juan, estaban a su lado en esos momentos bien difíciles como por ejemplo el momento de la transfiguración, esos hombres no eran perfectos, pero en compañero en el proceso que Jesucristo estaba pasando.
En tu vida tus amigas que sin tus pares deben de cumplir ese rol, son las amigas que deben de reír contigo, llorar contigo, orar contigo, una de las cosas que nos enseña incluso la ciencia social es que afirma que el cerebro humano florece en las interacciones recíproca y espiritualmente Dios diseñó que tu fe se fortalezca en compañía, por eso te dije al principio que Dios no nos creó para vivir completamente solo. Un par no es solo quien entiende tu carga, es quien te recuerda que no estás sola en la carrera de la fe.
3. TUS DISCÍPULAS; este tercer pilar es quizás el más olvidado por qué, porque siempre queremos alguien quien me inspire, siempre quiero a alguien en mi nivel que me apoye, pero también nos toca sembrar en la vida de otras mujeres, en otras discípulas, en personas en quien tú vas a invertir y vas a ayudar, Pablo lo dijo bien clarito, lo que has oído a Timoteo, lo que has oído de mi ante muchos testigos esto encarga a hombres fieles que se han idóneo para enseñar también a otros.
Esto se encuentra en 2 Timoteo 2:2 no se trata solamente de recibir, recibir, tú tienes que transmitir también y tú sabes de qué yo me he dado cuenta de que muchas mujeres se estancan espiritualmente porque no discípula a nadie, creen que no tienen nada que dar, pero sabes que sí lo tienes.
Tú no necesitas saberlo todo basta con compartir lo que Dios te ha mostrado a ti, lo que ya Dios hizo en ti, yo lo vivo en carne propia hijas, discipular no es sentarla con una libreta con sermones de mamá, es hablarle como Dios me sostuvo a mí en un día difícil, o explicarle por qué oramos antes de tomar decisiones, eso es discipulado práctico y todas ustedes tienen que modelarle a alguien y tienes que invertir en la vida de alguien.
El conocimiento que no compartes se convierte en estancamiento en tu vida, lo que tu enseña se convierte en multiplicación y bendición, así que haz una lista dé al menos una jovencita en la que tú puedas impartir fe, en la que tú puedas impartir vida, en la que tú puedas acompañar e invítala a caminar contigo, invítala a hacer ejercicio, invítala a un café. Discipular no es complicar, es compartir. El discipulado también es un antídoto contra el egoísmo, cuando tu enseña tu corazón se ensancha y tu corazón se expande, piensa en lo que paso con la mujer samaritana apenas recibió la revelación de Jesús corrió al pueblo fue y les contó, fue y le habló a esa gente y se convirtió no solamente en una evangelista, se convirtió en una discípula improvisada que cambió la historia de todo un pueblo.
Tú puedes ser esa voz que abre un nuevo camino a alguien, a otra persona, a otra joven. Cada semilla que tú siembras en otras mujeres se convierte en un legado que transciende tu propia vida. Hoy quiero cerrar este episodio con una imagen, tu vida es como una mesa, tú puedes cocinar el mejor banquete, peor si te sientas sola el sabor no es igual, tú sabes que el sabor se apaga, el banquete de tu vida, tu propósito y tu significado solo se disfruta en la compañía correcta, así que hoy quiero inspirarte a que integres estas tres relaciones en tu vida; una mentora que te eleve, un par que te acompañe y una discípula que reciba de ti.
Sé que cuando piensas en esto dices pastora usted me está complicando la vida, no piensa en esas generaciones enteras que se van a levantar unas a las otras como columnas indestructibles y tú puedes ser esa primera semilla, no habría espacio para esas comparaciones tóxicas si tú no tuvieras una mentora, pares y discípulas, por qué, porque cada una estaría ocupada edificando y edificándose tu círculo se tiene que convertir en esa incubadora de propósito donde los sueños no mueren se multiplican, esa es la comunidad que Dios sueña para ti.
Un círculo íntimo que se convierte en esa plataforma de tu destino, hoy te inspiro a rodearte de mentoras que hables, pares que caminen contigo a tu lado y de discípulas que crezcan con tu ejemplo: ese es tu círculo íntimo, ese es tu equipo de batalla, ese es tu jardín amurallado.
Mi desafío para ti es tu mapa 1-2-3 escribe en una hoja el nombre de tu mentora, escribe en una hoja de por lo menos dos pares, y escribe en una hoja el nombre de tres mujeres que tú vayas a discipular: una mentora, dos pares y tres discípulas.
Si alguno de estos espacios está vacío, conviértelo en tu oración, pídele a Dios que te muestre a alguien a quien invitar a la mesa íntima de tu vida, el círculo correcto no te carga de drama, te impulsa hacia tu destino.
Te doy gracias por acompañarme en este episodio 281, tienes tarea y declaro que a partir de hoy Dios trae para ti las conexiones divinas que te van a levantar en fe, en propósito y en futuro y yo las vemos a ustedes por aquí el próximo lunes.
Por último, me gustaría agradecer a todas esas mujeres, que decidieron invertir un par de minutos de su vida leyendo.
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