17 Oct 3 consejos para enfrentar el miedo a los cambios
¿Por qué nos dan tanto miedo los cambios? ¿Será que pensamos que el lugar en el que estamos es el mejor? ¿O asumimos que nada superior puede llegar a nuestra vida?
Todas somos diferentes y como tal, tenemos distintas percepciones sobre las transformaciones que se experimentan en la vida. Sin embargo, es bastante común que los cambios estén condicionados por un estado de “alerta” de nuestra mente.
Cambiar ese pensamiento es lo mejor que puede pasarnos. Cambiar no es un peligro ni algo que deba producir tanto temor. Más bien, son genuinas oportunidades de ajustar aquello que está mal y de crecer en cualquier área de nuestra vida.
Sé que muchas de ustedes conservan el miedo a salir de su “zona de confort”. Por ello, quiero regalarles algunos consejos que les permitirán, de a poco, ir perdiendo esa predisposición por lo desconocido.
Consejos para enfrentar el miedo a los cambios
1. Acepta que los cambios son parte de la vida
Sí, aunque te generen temor, aunque no los quieras y aunque evites contemplar esa posibilidad, los cambios son parte de la vida. Están ahí y pueden darse en cualquier momento sin que tú puedas elegir si darles cabida o no. Solo ocurren y debemos adaptarnos.
Deja de verlo como un problema y asume que son parte de tu realidad. No es algo personal, todos estamos sometidos a constantes transformaciones en nuestro mundo interno y externo. Nadie está exento de ello y todos debemos hacerle frente.
Excusarse no sirve de nada para evitarlos. Más bien, toma consciencia de tu realidad y de que no tienes el control de todo lo que está pasando, pero sí puedes tomar acción sobre cómo vas a reaccionar ante ello.
2. Visualiza el éxito en tu nueva realidad
Los cambios también pueden tener un final feliz, no todo tiene que ser malo. Visualiza una nueva realidad llena de bendiciones y éxitos. Entusiásmate con la posibilidad de que todo esto pueda traer algo positivo.
No tengas miedo, ponlo en las manos de Dios y Él se encargará de sacar lo mejor. Respira confiada en que Él no te pondrá una prueba que no seas capaz de superar. Siempre procurará tu crecimiento y tu aprendizaje, pese a las circunstancias.
Imagina bondad, justicia, abundancia y mucho éxito. Empieza a cordializar con la posibilidad de que realmente esto te lleve a un lugar óptimo, más cómodo y más amable contigo misma.
3. Mantén una mentalidad de crecimiento
Cualquier realidad nace a través de una idea. Si en tu mente visualizas que vas a crecer, Dios ayudará a que todos tus esfuerzos te enrumben a lograrlo. Si crees que es posible, ya tienes más de la mitad del trabajo hecho. A veces queremos hacer tantas cosas, pero somos apáticas para apostar por nosotras mismas. Es muy probable que creas más en la capacidad de otros que en la misma tuya. Eso es un error.
No subestimes todo lo que puedes lograr siempre y cuando te lo propongas de corazón. Escribe en piedra lo que vas a lograr, porque si lo decretas y forma parte de tu propósito divino, se dará.
Cuando establezcas una meta, piensa en ella en tiempo presente, como si ya lo hubieses logrado. No olvides también encomendársela a Dios y pedirle que te dé la sabiduría necesaria para tomar buenas decisiones y alcanzar tu deseo con éxito.
Tú eres capaz de cambiarlo todo para bien
Suelta el miedo y reemplázalo por afirmaciones positivas que te ayuden a mantenerte segura de que puedes cambiar tu realidad. Tú puedes actuar de la mejor manera ante todo lo que se presente en el camino, pero debes estar segura de que es así.
No dudes de ti. Dios puso en tu corazón todas las herramientas necesarias para hacer frente al camino de tu victoria. No te dejes hundir por los miedos o los sentimientos negativos. En ti está todo lo que requieres para estar bien.
Te agradezco por leerme y valorar cada herramienta de aprendizaje que te ofrezco a través de mis plataformas digitales. También quiero invitarte a disfrutar del más reciente episodio de Mujer, Podcast, titulado: “No me tenía que pasar, pero me sucedió: 10 lecciones para manejar las sorpresas que nos da la vida”.
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