No te Falta la Fe

23 May No te Falta la Fe

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“³ Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. ⁴ Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos”. Nehemías 1:3-4

Nehemías lloró, se lamentó, hizo duelo; pero, inmediatamente, se levantó y fue delante del Dios al que él le servía. El duelo no es otra cosa que nuestras emociones, nuestras reacciones ante la pérdida de algo o de alguien. Aunque es normal, natural, el duelo tiene un tiempo de expiración. Los psicólogos explican que, ante la pérdida de una persona, aun si muriera abruptamente, ese duelo tiene un tiempo de expiración. Si todavía tú estás lloras a alguien que murió hace veinte años, tu tiempo de expiración ha pasado hace rato, y ha llegado el momento de que te muevas. Si la persona que te dejó, hace años que está fuera de tu vida, tu tiempo de expiración ha pasado hace rato. Dicen los expertos que debe ser entre unos seis a dieciocho meses. Si ya han pasado dieciocho meses y un día, entonces tú estás llorando por tiempo extendido.

Nehemías lloró cuando supo aquella noticia; pasó duelo, se lamentó; porque no te falta la fe, cuando lloras una pérdida, cuando hay duelo por alguna situación difícil o inesperada; lo que no puedes es permanecer indefinidamente en ese duelo. Como hizo Nehemías, el proceso es: Lloras, porque te dolió; pasas el duelo, pero te levantas.

Dice la Biblia, en Eclesiastés, que mejor es estar en la casa del luto que en la de alegría, porque en la casa del luto, todos meditan sobre sus caminos. En el tiempo del duelo, en la casa del luto, cuando hay pérdida, todos tenemos que meditar en nuestros caminos. No se trata de meditar en lo que se perdió, en lo que ya no tienes, en lo que no llegó, en lo que iba a ser y ya no podrá ser. Lo que hizo diferente el tiempo de duelo de Nehemías es que él se levantó de allí con tres cosas bien claras en su vida, que son las tres cosas que tú tienes que grabar en tu corazón.

“²⁰ Y en respuesta les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, porque vosotros no tenéis parte ni derecho ni memoria en Jerusalén.” Nehemías 2:20

Lo primero que Nehemías hizo fue declarar en quién él creía. En medio de un duelo, en medio de una pérdida, lo primero que tú tienes que hacer es evocar, traer a la memoria, llamar al Dios al que tú sirves, que tome autoridad y jurisdicción sobre tu vida. Si tú permites que los Sanbalat tengan jurisdicción sobre tu vida, tu destino va a ser triste. Tienes que afirmar a quién tú le sirves. Por encima de lo sucedido, cree en el Dios que está en los cielos, que no te ha abandonado, sabiendo que tus oraciones no han sido en vano. Se quemaron las puertas, se cayeron los muros, los hijos de Dios están en problemas, pero el Dios que está en los cielos, sigue siendo Dios.

Lo segundo que Nehemías declaró fue quiénes eran ellos: Siervos del Dios de los cielos. Tú tienes que entender quién tú eres en Cristo Jesús. Tú no eres el único cristiano en tu familia; tú eres la luz que Dios ha puesto en medio de las tinieblas para hacer la diferencia en tu familia. Los hijos de Dios no recibimos presión de grupo; somos la presión de grupo, establecemos el estándar de lo que es un matrimonio de Dios, de lo que son los hijos de Dios, de cómo debemos conducirnos en esta tierra. El Dios que es Dios en los cielos, es Dios en la tierra. Que nadie se equivoque contigo, porque tú eres un hijo de ese Dios.

Lo tercero que hizo Nehemías fue provocar que las cosas pasaran. Nehemías salió de aquel tiempo de duelo con un plan. De un tiempo de duelo, tú tienes que salir con un plan de acción, tienes que saber lo próximo que vas a hacer, a dónde te vas a mover. ¿Perdiste el empleo? Llora, laméntate, pasa duelo; pero no salgas de ahí sin un plan, sin saber qué es lo que vas a hacer, sin decidir si, finalmente, vas a comenzar tu empresa.

En tu tiempo de duelo, siempre va a llegar gente. Unos se van a lamentar, y otros te van a empujar. De la misma manera que las cartas del rey abrieron camino para Nehemías, cuando tú sales de tu duelo entendiendo quién es tu Dios, entendiendo quién tú eres para Dios, y con un plan de acción, el Dios de los cielos ya se te ha adelantado, y hay cartas que van delante de ti, abriendo el camino. Lo que tú piensas que va a ser difícil, Dios lo hace fácil; lo que piensas que va a ser imposible, Dios lo hace posible; lo que piensas que es sobrenatural, Dios se encarga de hacerlo extraordinario sobre tu vida.

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Lunes, 4 de Abril de 2016

Código del Programa: PY-02B