29 Sep Gánale al Estrés y Aprende a Vivir Relax (Parte 2)
¡No pasa nada!
Como les había comentado en el artículo pasado: el estrés encabeza la lista como uno de los problemas de salud que hoy afectan a muchas personas. En el caso de las mujeres con los avances de la sociedad, hemos asumido roles importantes en diferentes esferas de la vida social, sumado a muchos roles históricos que aún tenemos.
Esta realidad, sino se ve con claridad… sin un panorama claro que oriente tu vida, puede convertirse en estrés. Llevas una sobrecarga por temor a fracasar o por algunos otros temores infundados.
Para seguir reforzando tu interés de transformar el estrés es un estado de tranquilidad y sabiduría te comparto otras claves basadas en el más sabio de todos: nuestro Señor Jesucristo.
Escucha el episodio aquí ?
4 claves para seguir derrotando el estrés:
- Enfócate: en las sagradas escrituras podemos observar las diversas dificultades que atravesó Jesús, sin embargo, pese a eso… no hubo nada en la tierra que haya logrado sacarlo de su propósito. Tener foco te permite tener una brújula y orientar tu camino hacia un propósito. Las distracciones nunca juegan a nuestro favor, y puedes tener la idea de estar avanzando en cada cosa, pero sin un norte definido… es difícil avanzar, y al darte cuenta que no avanzas llega el estrés. ¡enfócate!
- Delega: ¡no tienes que hacerlo por ti misma! Hay que aprender a utilizar el principio de delegar. Jesús delego su trabajo a sus 12 discípulos para que ellos fueran pilares fundamentales en su propósito. No partas de la premisa equivoca que tú solo eres la encargada de absolutamente todo.
Indicadores del por qué no delegamos:
- Perfeccionismo: el pensar que solo tu puedes hacer las cosas bien no te permite generar la confianza necesaria en los demás y te sobre cargas innecesariamente.
- Inseguridad personal: pensar que, si das la oportunidad a otras personas para desarrollar algunas de tus actividades, estos podrían hacerlo mejor que tú, y temes perder ese espacio. Si te sientes segura de ti misma esto jamás te debería afectar.
Aunque la idea de hacer las cosas por ti misma este llena de fortaleza, debes verla con humildad y aprender a delegar para que así puedas avanzar en tu propósito. El delegar no significa desentenderse, para nada. Pero si necesitas cultivar la confianza en los otros y en ti misma para que fluya con total tranquilidad y así alejar el estrés de tu vida.
3. Descansa y disfruta: Jesús le gano al estrés porque él sabía que debía tener claridad para continuar con su misión, y para eso es necesario el descanso. Una mente agotada no puede ver con claridad sus prioridades, su propósito en la vida. El descanso nos permite conectar con nosotras mismas y así ver con toda claridad nuestro escenario para poder continuar nuestra labor.
4. Ora: la oración es una herramienta dada por Dios para poder encontrar la calma. La oración nos abre las puertas para encontrar la tranquilidad necesaria y obtener el balance en nuestras vidas. El Señor siempre está para escucharnos y es nuestro más fiel compañero.
Derrota el estrés y verás que ¡no pasa nada!
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