28 Feb Renuevos: Anuncios de un Nuevo Tiempo
“2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.” Juan 15:2-3
Luego del paso del huracán María, al otro día, fue impresionante salir y ver cómo se pelaron las montañas, los árboles, se cayeron todas las hojas. No parecía que hubiera pasado un huracán, sino más bien un fuego. Y nos preguntábamos cuánto tomaría que reverdeciera todo aquello, pensando que sería años. Para sorpresa nuestra, con el paso de varias semanas, ya se veían los retoños, nuevas hojas. Y no se veían débiles por lo que había pasado, sino fuertes, con un color potente. Ahora, luego de cuatro años, ya las montañas se ven casi iguales que antes, y había tomado décadas para que se viera como estaban antes. En algún momento, llegamos a dudar que volviéramos a tener la misma vista que antes.
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.” Juan 15:1-11
Jesús nos habla muchas cosas a través de los Evangelios. Hay muchísimas parábolas que necesitan alguna interpretación un poco más allá de lo que podemos leer; algunas, él mismo las explicó, mientras que hay otras de las que no tenemos explicación, y nos requiere hacer un estudio bíblico, conocer un poco más de la palabra del Señor para poder entender los verdaderos significados y lo que realmente el Señor quería decir. Sin embargo, en esta escritura de Juan 15, no queda mucho qué entender o por rebuscar, porque él no dejó a la interpretación de otros lo que quería decir en estos versos. Claramente explicó quién es cada persona en esta historia. El Padre es nuestro labrador y es la vid, y nosotros somos los pámpanos, esas ramas. Y hay dos tipos de ramas: las que permanecen y las que no.
Hay dos tipos de ramas, dos tipos de resultados, dos tipos de consecuencias. Están aquellas ramas que producen, y las que no; las que son cortadas, y las que son podadas; las que se echan al fuego, y las que vuelven a dar fruto. No es lo mismo ser cortado que podado. Cuando Dios te poda, te está diciendo: hay más en ti.
“2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.” Juan 15:2-3
Cuando Dios te limpia, no es para que tu vida siga igual que antes. No te limpia para que sigas produciendo, para que sigas haciendo lo mismo; te poda para que hagas más. Cuando el verso dice “más fruto”, se refiere a renuevo. Una cosa es algo nuevo que nace, y otra cosa es un renuevo.
¿Qué características tiene ese renuevo? Generalmente, es más fuerte; viene con la fortaleza y la madurez de donde sale, de una planta que ya ha tenido otros frutos, que ya ha producido. Renuevo es ese vástago que echa el árbol o la planta, después de haber sido cortado. Lo que produzca antes de ser cortado, es un fruto nuevo; pero después de ser cortado, no sale un fruto nuevo, sino un renuevo. La diferencia es que lo nuevo es nuevo, pero el renuevo tiene que ver con la mano del labrador que estuvo ahí presente; no es lo mismo. Cuando hay un renuevo, hubo un cuidado, alguien se ocupó en eso.
Muchas veces, confundimos el renuevo con la renovación. Una cosa es la reparación, otra, la renovación. Las paredes de un edificio se pueden sanear, y se hace empañetando desde afuera con cemento. Eso es una reparación. El renuevo es provocar que algo suceda de adentro hacia afuera.
Dios no quiere hacer una reparación en tu vida. Dios no quiere hacer un trabajo cosmético en tu vida. Hay gente que va a la iglesia porque quiere ser mejor persona, mejor padre, mejor esposo, mejor ser humano, mejor cristiano; pero Dios no hace trabajos de reparación. Dios no hace trabajos cosméticos. Él no te conectó a este ministerio para que tú seas mejor en algún área. Dios te conectó para podarte y hacerte nuevo. ¿O no es eso lo que dice la palabra del Señor?
“17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2 Corintios 5:17
Dios quiere un renuevo. De hecho, el sello de aprobación de Dios sobre tu vida y el destino que Él tiene para ti, se manifiestan por medio de lo nuevo. Dios hace algo completamente nuevo en ti, y esto es reflejo del renuevo de gloria que Cristo nos promete.
Si algo nos muestra la historia del nacimiento del Señor, su muerte, su crucifixión y su renovación, es precisamente eso: que de lo muerto, Dios va a sacar algo nuevo porque Él quiere hacer todas las cosas nuevas.
“Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.” Isaías 11:1
Hay vástagos nuevos que Dios va a sacar; Él va a sacar nuevos renuevos, cosas nuevas, de aquellas cosas que tú pensabas que estaban muertas. El enemigo pensó que había matado al Señor en la cruz del Calvario, pero había un renuevo de gloria para que tú tengas vida y vida en abundancia.
“5 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.” Jeremías 23:5
“…He aquí, yo traigo a mi siervo el Renuevo.” Zacarías 3:8
“He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo,el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová.” Zacarías 6:12
“2 En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel.” Isaías 4:2
Dios no te ha traído hasta donde estás para hacerte una reparación, para arreglarte alguna cosita dañada que pudieras tener, para hacer una reparación en tu matrimonio, para ponerte un parcho y arreglar un poco tus finanzas, para lijar tu llamado. El Señor te ha traído hasta aquí porque Él quiere hacerte nuevo, quiere que algo nuevo salga de ti. No quiere que seas mejor esposo, quiere que seas un nuevo esposo; no quiere que seas mejor hombre o mejor mujer, sino un hombre, una mujer nueva, una criatura nueva, un matrimonio nuevo, una familia nueva, unas finanzas, un llamado nuevo. Dios quiere hacerte nuevo.
El Señor quiere hacer una nueva obra en tu vida. Tú no eres la misma persona que eras antes. Una de las cosas que la gente te dice cuando llegas al Evangelio es que ahora eres diferente, que hablas diferente, que piensas diferente; y tú tienes que decir: de eso se trata. Se trata de que seas diferente, de que no seas la misma persona porque Dios no quiere hacer una reparación, Él quiere hacerte nuevo.
Muchas veces, no nos damos cuenta de lo nuevo que Dios ha hecho. No nos damos cuenta de cómo nuestra vida se ha transformado.
Números nos habla de una historia muy particular donde se le pida a todos los sacerdotes de Israel que tomen una vara y la pongan en el lugar santísimo, y la que reverdeciera, sería la del nuevo sumo sacerdote escogido.
“8 Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.” Números 17:8
Así es el poder de Dios en tu vida. Un día estás entre medio de toda tu familia, y al día siguiente, eres la vara que tiene flores, que está verde, que tiene almendras, que tiene frutos, que se ve diferente, que se percibe diferente.
La flor del almendro es la primera que aparece en la primavera, la cual sale antes de que salgan las hojas, antes que el fruto. En hebreo, este árbol recibe el nombre de scha·qédh que significa vigilante, atento, el que vela. Porque cuando salen las flores del almendro, Israel completo entiende que va a florecer un nuevo fruto, que está comenzando la primavera, que hay un nuevo ciclo de vida, una nueva temporada, un nuevo tiempo, una nueva oportunidad.
Dios no quiere hacerte una reparación. Cuando Dios poda tu vida, es para que salgan renuevos, flores que anuncien un nuevo tiempo. Hay un nuevo fruto y no es para que sea igual que antes. Hay gente que en un momento de sus vidas sirvieron al Señor y tuvieron buenos resultados, por alguna razón se apartan, y cuando vuelven al Señor, quieren que las cosas sean como eran antes; pero no. Las cosas no van a ser como antes. Todo será hecho nuevo. Al anuncio, a la visibilidad de esa nueva flor, entiende que hay un nuevo tiempo, un nuevo ciclo, una nueva temporada, una nueva oportunidad, y que Dios no hace reparaciones cosméticas. Dios hace algo nuevo.
Nelson García
Posted at 09:38h, 28 FebruaryAmén buenos días Dios le bendiga
Alicia Farias González
Posted at 10:10h, 28 FebruaryAmén! Palabra de poder y bendición para nuestras vidas, gracias Pastores Otoniel y Omayra Font,por compartirla,sean bendecidos siempre
Wiliam Antonio Chacón Vargas
Posted at 10:32h, 28 FebruaryAmén y bendiciones
Wiliam Antonio Chacón Vargas
Posted at 10:34h, 28 FebruaryAsí será bendiciones
Jhon
Posted at 11:57h, 28 FebruaryAmén y amén
Scheffler leticia
Posted at 17:37h, 03 MarchAl participar de esta predica puedo entender que el renuevo no se trata de la mejora en mi persona, como siempre creí. Si no de que algo nuevo tiene que ser en mi vida a partir de Cristo . Gracias!!! Porque siempre creí que era ser mejor y hoy entiendo que se trata de ser una nueva criatura como dice su palabra. Dios los bendiga grandemente!!!
marttha
Posted at 11:43h, 05 MarchAmén
Bendiciones
Isabel yepes
Posted at 09:28h, 29 MarchHermoso mensaje Dios bendiga su vida pastora