¿Qué tú estás viendo? 

01 Mar ¿Qué tú estás viendo? 

“7 Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza;
Retoñará aún, y sus renuevos no faltarán.

8 Si se envejeciere en la tierra su raíz,

Y su tronco fuere muerto en el polvo,

9 Al percibir el agua reverdecerá,

Y hará copa como planta nueva.”  

Job 14:7-9  

Cuando eres cortado, es anuncio de que algo bueno va a pasar.  Pero hay algo más que tú necesitas entender.  Cuando hay corte, significa que hay una nueva oportunidad, pero muchas veces optamos por desechar el árbol.  Pensamos que ya no sirve.  Pero cuando se te parte una uña, tú no te la sacas; la cortas y esperas que crezca.  Y Dios quiere que tú entiendas que, cuando hay un corte, no puedes desechar el árbol.  No pienses que todo se ha perdido, que no hay esperanza.  

Sin importar qué área de tu vida haya sido cortada, viene renuevo para ti.  Vienen nuevas ramas, un nuevo tiempo, una nueva oportunidad, un nuevo ciclo.  

Hay cosas que cambian en nuestra mente cuando pasamos experiencias, cuando pasan los años y cuando nos ponemos pensamientos que no van de acuerdo a lo que Dios quiere para nuestra vida.  

Después de los setenta años es cuando se tiene los más grandes logros en la vida.  Los premios Pulitzer casi siempre los ganan personas mayores de setenta años, igual los premios Nobel.  La mayoría de los presidentes de los Estados Unidos, que es el trabajo más poderoso del mundo, son mayores de setenta años.  Pero qué pasa en tu vida cuando cumples treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta; que empiezas a cambiar tu manera de pensar.  La abuelita o el abuelito en ti puede pensar que ya pasó tu tiempo porque hay momentos en la vida en que la percepción va cambiando por las experiencias, por cosas que han pasado que te hacen pensar que algo ha sido cortado, que algo ha muerto.  ¿Qué ha pasado en tu matrimonio que hoy te hace pensar que está muerto?  ¿Qué ha pasado en tus negocios que hoy te hace pensar que tus negocios están muertos?  ¿Qué ha pasado en tu relación con tus hijos que te hace pensar que el futuro de tus hijos está muerto?   ¿Qué ha pasado en tu vida que te hace pensar que no hay esperanza?  ¿Qué ha pasado en tu llamado, ese que Dios te dio, del que estabas convencido antes, pero hoy que has envejecido, has dicho: ese tiempo pasó, ya no estoy para eso, eso ya no es para mí?  

En la vida, todos pasamos por momentos y por experiencias en donde decimos que el mejor tiempo ya pasó, que los mejores años de salud ya pasaron, que los años de la belleza y la vitalidad ya pasaron.  En la vida, todos tenemos experiencias donde decimos que ya no hay oportunidad, que ya no hay nada que podamos hacer.  Todos hemos dicho en algún momento: yo tengo que dejar morir esto porque hay cosas que son por fe pero no podemos despegarnos de la realidad, dejar de tener los pies sobre la tierra, yo quisiera pero esto ya no es para mí.  

¿Qué te ha cortado tus ramas?  ¿Qué te ha cortado tu esperanza?  ¿Qué te ha cortado tus sueños?  ¿Qué pasó que te ha cortado tu futuro?  

Todos tenemos momentos de desesperanza, pero hay una diferencia entre lo que es una reparación y lo que es un renuevo.  Y Dios no quiere reparar tu vida.  Y hay una diferencia entre lo que es cortado para ser echado al fuego, y los cortes que son el producto de la poda para que salga un renuevo.  

Cuando pasan el tiempo y las experiencias, decimos: precioso mensaje, pero renuevo para qué.  Dios te renueva para darte la fuerza que tú necesitas.  

“31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”  Isaías 40:31  

Dios te corta para llenarte de nuevas fuerzas, para traer una nueva fuerza en ti porque lo que nace luego de ser cortado no es para que sea igual que antes, sino para que haya más fruto, para que sea mejor porque viene con toda la experiencia de ese árbol, con todo lo aprendido.  Si hay algo que debe darte fuerza a ti es cada vez que algo es cortado en tu vida porque tú sabes que lo que viene es mejor, más grande.  Haces las cosas con más fuerzas cuando tú entiendes que Dios te poda para que todo sea mejor.  No has sido desechado.  Has sido podado para que tengas nuevas fuerzas.  

El renuevo trae fuerza.  Dios te renueva para traer gozo.  Cuánta tristeza, cuánta nostalgia hay en tu vida cuando piensas en lo que no fue, en lo que no pudiste hacer, en lo que falló, en lo que no te salió, en la esperanza que tenías, en el sueño que no se cumplió, en el llamado que nunca pudiste hacer, en el negocio que fracasó, en el matrimonio con los problemas, en las situaciones con tus hijos, en las situaciones financieras; cuánta tristeza cada vez que recuerdas cuando te cobran recargos por cada cheque devuelto, cuánto sufrimiento cada vez que llamaba el cobrador.  Pero Dios te renueva para llenarte de gozo, para sacar la agonía de tu vida, para sacar la tristeza de tu vida.  

“5 Porque un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro,
Y a la mañana vendrá la alegría.”  

Salmos 30:5  

Dios te renueva para llenarte de gozo, de alegría, de pasión.  

“16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.”  Romanos 8:16  

Si alguna rama en tu vida ha sido cortada, tú no has sido desechado.  Tú has sido podado y Dios te va a llenar de fuerzas, de gozo, de pasión.  ¿Cómo?  Como dice en el libro de Job: al percibir el agua.  

La percepción se puede definir como la capacidad de captar, procesar y dar sentido de forma activa a la información que alcanza tus sentidos.  Percepción es lo que tú interpretar de lo que reciben tus sentidos; es lo que tú interpretas por lo que tú ves, lo que tú interpretas por lo que escuchas, por lo que tú interpretas de lo que sientes.  

La diferencia entre ser cortado para ser echado en el fuego y ser podado para sacar renuevo está en tu percepción.  

No está en la opinión de tu familia ni en las cosas negativas que han hablado sobre ti ni en las experiencias de tu pasado ni en las cosas que has tenido que vivir o en lo que has tenido que dejar ir, no está en lo que has tenido que enterrar, no está en la economía de tu país ni en el balance del banco.  La diferencia entre ser cortado y ser podado está en tu percepción.  

¿Qué tú ves?  ¿Qué percibes de lo que estás viendo en tu vida hoy?  ¿Qué tú percibes de lo que estás escuchando hoy?  ¿Qué tú percibes de lo que estás sintiendo hoy?  Si lloras todos los lunes porque tienes que ir a trabajar a un lugar donde no la pasas bien, la pregunta es si vas a seguir llorando o vas a percibir que Dios tiene algo nuevo para ti.  

“19 Pues estoy a punto de hacer algo nuevo.
¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves?”  

Isaías 43:19  

¿Cuál es tu percepción?  ¿Qué estás viendo?  ¿Qué estás escuchando?  ¿Qué estás sintiendo?  Dios va a hacer un nuevo camino a través del desierto, va a traer ríos donde hay tierra árida, donde hay tierra baldía; ¿lo ves o no lo ves?  En una ocasión, lo que había era una nubecita pequeña como la palma de una mano, y el profeta dijo: grande lluvia se oye.  ¿No lo escuchas?  Tú no has sido cortado para ser desechado, tú has sido cortado porque Dios va a hacer algo nuevo en tu vida.