22 Sep Mira a tu alredeor y ¡agradece!
Si yo te preguntara en este momento que cuántas veces al día expresas alguna queja, ¿qué me contestarías? ¿10? ¿20? ¿30?
Pues, aun cuando sea sólo 1, está muy mal…
Y de ello quiero hablarte hoy.
Las quejas por nimiedades se han vuelto una necesidad en el día a día de cada ser humano.
Y es que pareciera que muchas veces olvidaran el simple (pero a la vez importantísimo) hecho de que están vivos, de que están respirando… Y por eso es que prestan mucha más atención a los problemas que a sus bendiciones.
Que se dañó la cerradura de la puerta, que se fundió el foco, que el vecino no me dio los “¡buenos días!” o que el perro rompió el zapato parece que son situaciones mucho más graves que las de las personas que están en un hospital luchando por su vida, por ejemplo.
Ya sea en contra del COVID, en contra de un cáncer, etc.
Dicho esto, mi pregunta es: ¿por qué te quejas tanto? ¿Por qué te quejas de todo?
¿No te das cuenta de lo bendecido(a) que eres? ¿No te das cuenta de todo lo que eres y de todo lo que tienes en comparación con otras personas mucho más desfavorecidas que tú?
Reflexiona un poco y comienza a dar gracias. Reflexiona un poco y mira con detenimiento a tu alrededor para que te des cuenta de todo lo que tienes.
Y no estoy diciendo que tus problemas no existen o que sean menos importantes… ¡No!
Sólo pretendo hacerte llegar un mensaje que te ayude a despertar y a ser una persona agradecida con lo poco, medio, o mucho que tienes.
¿Se fundió el foco? ¡Se puede arreglar! ¿Tienes una deuda? ¡Se puede pagar!
Pero hay problemas mucho más graves que otras personas están afrontando en este preciso momento (y muchas veces sin solución) y allí es donde, primeramente, debes basar tu agradecimiento.
Pero de esto y de mucho más te hablo en Divinas, para que cada palabra de aliento, de amor y de reflexión te ayuden a avanzar y a vivir permanentemente en cada área de tu vida.
¡Te invito!
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