10 Apr 162: Conversaciones que debes tener con tus hijos – 9 a 15 años.
Uno de los temores más grande de toda madre o padre primerizo, es que no existen manuales, mis fórmulas para la paternidad o maternidad exitosa, es que en realidad nadie nace aprendido con respecto a cómo ser padres, si tuviéramos un manual de cómo ser buena madre probablemente sería más grande que aquellas enciclopedias que se vendían antes y que estaban compuestas por varios volúmenes.
La lista de tópicos por cubrir sería probablemente eterna y una de las cosas que he notado no solo como madre sino como pastora, conferencista y autora es que los hijos son una de las escuelas más grande que una mujer puede tener en su vida. Los hijos te enseñan cosas que ni en las universidades pueden ser aprendidas, conforme pasa el tiempo los temores se van disipando, pero las dudas resueltas comienza a dar lugar a otras dudas que traen cada etapa en la vida de tus hijos.
En el episodio anterior te hablé de los primeros ocho años de vida de tus hijos y aquellas cosas que tú como madre debes de hablar con ellos y trasmitirle, a menos aquellas cosas que considero que son cruciales para lograr un buen desarrollo en general en la vida de tus hijos, por supuesto que hay muchos temas que pueden quedar por fuera; uno de ellos la sexualidad creo que al hablar del tema de la sexualidad con los hijos merecen un espacio aparte, yo no lo voy a poder abarcar en estos episodios, pero quiero que sepas que en su momento yo voy a cubrir ese tema sólito.
Cuando te hablo de un desarrollo saludable, estoy hablando de aquellos temas que concierne el crecimiento y las dificultades personales, sociales y espirituales de tus hijos.
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Unos de los elementos en los que más hago énfasis han sido con respecto al vínculo que tú debes establecer y fortalecer cada día con tus hijos, este vínculo es permanente y como dije en el episodio pasado todo lo transmitido debe ser acompañado no solo en las palabras, sino también en las acciones tú como madre debes de ser el mejor modelo y ejemplo de todo lo que trasmite a tus futuras generaciones.
Esto es evidente cuando se trata en específico los valores y las creencias que quieren inculcar en tus hijos, ningún valor se trasmite verbal solamente, sino que se trasmite con acciones, si quieres inculcar respecto en tus hijos tienes que ser primero un modelo de respeto tanto como en ellos como con las demás personas, ponle el nombre al valor que tú quieras fomentar, amor, lealtad, honestidad, espiritualidad todos estos valores tienen que comenzar por ti misma, tus hijos deben de ver esos valores manifestados en tu propia vida y con mucha facilidad tú vas a ver como ellos lo absorben y lo repiten.
Así que quiero hablarte de un factor bien importante en esta etapa a partir de los 7 y 8 años comienza a ocurrir algo en la vida de los pequeños es que se van haciendo más grande, tú empiezas a ver casi como de un momento a otro que dejan de ser así bien niñitos, pero como quiera siguen siendo niños, por otro lado, empiezan hacer un poco más maduro, casi adolescentes sin ser plenamente adolescentes todavía, estas edades son como una especie de zona fronteriza entre la niñez y la adolescencia algo que es súper común y que escucha muchas veces a los padres decir es que es una edad en la que ya es más compañía para mí, es muy posible que durante esas edades veas a tus hijos como una manera diferente a como la veías antes.
Nosotros miramos el crecimiento como algo bueno y por supuesto el crecimiento es bueno y también es necesario, pero crecer también implica perder, en este caso el crecimiento implica la pérdida de la inocencia, la pérdida de la niñez y en ese periodo en el que todo niño debe de aprender a perder, te quiero hablar acerca de las diferentes pérdidas que ocurre en las vidas de tus hijos durante la etapa de los 9 a los 15 años y como tú puedes abordarlos en las conversaciones y acciones que tienes para con ellos.
¿Qué conversaciones has tenido con tus hijos? Me encantaría leer tu respuesta a esta pregunta, en la caja de comentarios. Terminando con lo anterior, continuemos nuestra lectura.
Déjame mencionarte tres conversaciones que son importantes de los 9 a los 15 años.
Tú vales como persona.
Todo niño es una persona, es un individuo, he visto que a las personas les cuesta en momentos dimensionar a los niños como una persona, muchos padres cometen el error de considerar a sus hijos como una extensión de ellos mismos y eso es un grave error.
En esta etapa los niños se van independizando progresivamente de sus padres, aparece el grupo de pares, sus amiguitos de barrio, los compañeros de la escuela, tus niños ya comparten con otras personas y una de las cosas que empiezas a ver es que tus niños empiezan a tener un círculo más allá de los lazos familiares, esta posibilidad de interactuar con otros niños que no son de la familia y esta interacción con otras personas que no es contigo es un elemento vitalmente importante para desarrollar competencias sociales en tus hijos y tú como madre debes permitir estos espacios, es más no solo permitirlo, sino que tú debes buscarlo y fomentarlo, tú deberías ser la más interesada en que tus hijos compartan e interactué con otros niños.
Eso no significa soltarlos, tú siempre debes estar presente de alguna manera u otra, porque aún están pequeños 8-9-10-11-12, tú debes de estar siempre ahí, al menos mirando desde una distancia prudencial, una de la conversación más importante que tú debes de tener con ellos es permitir que tengan conversaciones con otros niños y hay algo muy interesante que ocurre en esta etapa, como tu bien lo sabes los niños pequeños los bebes son adorable, son preciosos y son siempre los receptores de mil elogios, expresiones y cumplidos, felicidad y admiración, pero conforme el niño va creciendo cada vez más recibe menos elogios y expresiones de admiración y esto puede ser percibido como una pérdida por parte de los niños, una de las cosas que empiezan a ocurrir en sus mentes de manera inocente antes me querían mucho y ahora ya no me quieren tanto y es aquí como los niños aprenden que pueden tener los mismos elogios y cumplidos haciendo cosas y entonces empiezan a buscar esa atención por medio de logros.
Tú ves a un niño de 7-8 años diciendo constantemente, mira lo que yo hice, mira lo que yo dibuje, hoy hice esto en la escuela, eso es un intento de recuperar la atención que siente que ha perdido y que antes lo tenía siempre para ellos, es importante que tú le transmita siempre a tus hijos que aunque son grandes siguen siendo importantes y que su valor no está en lo que hace, sino en quienes son.
Perder es parte de la vida y está bien perder.
En este intento de buscar atención y a veces hasta aprobación por parte de los padres, mucha vez ellos sienten que la perdieron, lo cual claramente no es cierto, solo es una sensación de ellos y por esos tú ves que los niños empiezan hacer competitivos.
Ahora yo quiero aclarar algo, la competitividad es buena, la competencia ayuda a formar ciertas habilidades y destrezas en los niños que lo van a ayudar a lo largo de toda su vida, pero toda competencia implica dos cosas; un ganador y un perdedor, es bien importante que tú le enseñes a ser un buen ganador por supuesto a buscar y obtener buenos resultados, a esforzarse para dar lo mejor de sí mismo para alcanzar la victoria y para ser una persona exitosa, pero es igual de importante que tú le enseñes a perder también.
En la vida hay perdidas y es muy seguro que habrá momentos en la vida de tus hijos, así como habido momento en la vida tuya en los que se pierde y sabes que tus hijos tienen que aprender a que no siempre se gana, pero perder no está mal y el que pierde no es menos importante que el que gana, simplemente es una parte de la competencia.
Cuando tú le enseñas a tus hijos de que pueden perder, también estás poniendo la plataforma indicada para que puedan aprender de sus pérdidas.
Una pérdida puede traer frustración, puede traer caos, lloran, se quejan, pero también traen aprendizaje y crecimiento, cuando tú le enseñas a tus hijos que ellos pueden perder también y que tú lo vas a seguir amando de la misma manera y que estás ahí para ellos y con ellos que está bien que hayan perdido no verán la pérdida como frustración y desamparo, sino como una oportunidad para intentar de nuevo y mejorar.
Tú eres único.
Tú eres único, pero no eres el único, las competencias cuando se maneja de buena manera se aprenden a llevar de una forma saludable, dan lugar a un elemento que es vital en el crecimiento y la madurez de los niños, porque competir saludablemente se transforma a compartir y es aquí donde hay algo que los niños empiezan a experimentar en esta etapa de sus vidas, en los años anteriores es como si sentía que los ojos de sus padres y de todo el mundo estaban solamente sobre ellos, todo niño pequeño se siente y quiere sentirse amado y dueño de todo el universo al menos del universo de sus padres en lo que el círculo social del niño va creciendo y va incorporando a nuevas personas, especialmente si hay otros hermanos en el círculo familiar o nacen bebés nuevos en la casa, la aparición de más personas igual es importante en la familia y una pérdida para el niño también.
Una de las conversaciones más importantes que tú debes querer tener con tus hijos y nuevamente no hablo de una conversación, sino un estilo adicional de poder hablar constantemente con ellos y temas que se tocan constantemente y que tú tienes que asegurarte que ellos lo sepan y lo entiendan es que ellos son únicos, pero no son los únicos, uno de los grandes aprendizajes de la vida es aprender a compartir, todo niño tiene que aprender que no es solo el centro de toda la atención y de toda la vida de sus padres y que las cosas que tienen también las pueden compartir, estas pérdidas cuando se manejan adecuadamente por parte de la madre pueden dar pie a una de las habilidades más significativa en las personas, el compañerismo, el respeto, la empatía, toda etapa de la vida es importante, pero conforme el niño crece, cada etapa se torna un poquito más compleja y muy elaborada esto requiere un mayor cuidado por parte de nosotros los padres y educadores tener presente siempre que los niños son personas, pero están en un proceso que en realidad nunca termina así como tus hijos están en constante aprendizaje de la vida y tú también lo estás.
Mi objetivo en estas series de episodios es ayudarte a como tú puedes estar presente de una mejor manera, transmitiendo a tus hijos aquellos valores, principios y elementos que serán pilares para una vida exitosa y plena.
No te pierdas el último episodio de esta serie donde voy a estar abarcando una de las etapas exclusivas de tus hijos, la adolescencia y la dulce temprana.
Por último, me gustaría agradecer a todas esas mujeres, que decidieron invertir un par de minutos de su vida leyendo este artículo con nosotras.
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