197: El trato correcto a un esposo

197: El trato correcto a un esposo

Un matrimonio está compuesto esencialmente por dos personas, para mí siempre ha sido impresionante entre ver la gran diferencia de una persona actuando y operando solo, a dos personas operando y actuando de una manera conjunta, resulta increíble pensar un cambio tan pequeño como puede añadir una persona, puede lograr grandes resultados continuamente por un cambio tan pequeño de que se añada una persona más a su fórmula.

Las matemáticas nos enseñan que uno más uno es dos, la realidad es que la biblia nos enseña que uno más uno puede llegar a sumar hasta diez mil, la biblia dice en Deuteronomio 32:30 “Uno hace huir a mil, pero dos hacen huir a diez mil”, hay una parte de este versículo que muchas personas dejan como por fuera, es la última parte que dice; si su roca (Dios) no los hubiera vendido y Jehová no los hubiera entregado. 

La vida en pareja no solo es hermosa, sino que es altamente productiva, desde pequeña las mayorías de las mujeres sueñan con tener un esposo, tener un matrimonio, vivir en una casa, tener familia, la realidad por lo menos en mis tiempos era el final de casi todos esos cuentos lindos de princesas y de hadas, la realidad es que la vida en pareja, un matrimonio es algo hermoso

¿Me creerías si te dijera que la sociedad quiere cambiar el modelo del matrimonio establecido por Dios? ¿Sabías que el matrimonio es un equipo? ¿Te atreverías como mujer estar sometida en el matrimonio? ¿Cuándo fue la última vez que tú sentiste admiración por tu esposo? 

Te has preguntado si tienes la capacidad de responder con toda seguridad estas preguntas. Me gustaría leer tus respuestas a estas preguntas, en la caja de comentario.

Terminando con lo anterior, continuemos nuestra lectura.

En los dos episodios anteriores hablé específicamente acerca del matrimonio, porque quiero inspirar a las mujeres a ver el matrimonio como una bendición, como la bendición que Dios lo constituyo, sobre todo para que puedas ver todos los beneficios que hay en la vida en matrimonio.

Cuando hablo que un matrimonio es algo hermoso, mi honesta opinión es que la palabra hermoso, se queda corto, cuando se trata de describir lo que es vivir en un matrimonio, tú tienes que saber algo, los cuentos de hadas si son puras fantasías, los matrimonios perfectos no existen, aun lo que podríamos llamar como uno de los mejores matrimonios, esas parejas ejemplares que vemos en algunas ocasiones, ni siquiera esas parejas están exentas de momentos de discusiones y dificultad.

Un matrimonio sí es hermoso, pero es algo que lleva mucho trabajo, y no solo de una de las partes, sino ambas partes. En el día de hoy quiero tocar un tema que me atrevo a decir que pocas veces hemos hablado en el sector cristiano, pero desde una perspectiva bíblica y carente de extremismo y de legalismo. 

¿Hoy te quiero hablar acerca del trato correcto de una esposa hacia un esposo, y porque halar de eso en mujer podcast? Es que mi promesa para ti es que te voy a dar siempre herramienta para que tengas éxito en todas las áreas de su vida y si tú eres una mujer casada, en el matrimonio también tienes que tener éxito.

Muchas de ustedes pueden decir, cuando usted grabaría un episodio que hable de cómo un esposo tiene que tratar a una esposa, a ti tengo que decirte que este episodio se llama mujer podcast, yo me voy a limitar hablarle a mi audiencia que son las mujeres y oremos para que alguien se motive hacer un hombre podcast y de hablarle a los hombres.

Yo te quiero hablar a ti, acerca de tres valores tradicionales que debe de tener el trato tuyo con tu esposo, hay tres cosas que tú debes de tomar en cuenta con respecto a tu esposo y si quieres tener un matrimonio como fue intencionado por Dios.

Antes de hablar de los valores tradicionales, quiero comenzar hablarte de tres realidades bien importantes e inalterable que debes saber acerca de lo que significa tener un matrimonio, te dije anteriormente que la vida matrimonial es hermosa, pero no es fácil, todo lo que es bueno, todo lo que trae bendición y beneficio a tu vida tiene un precio y el matrimonio no es la excepción, muchas veces cuando las personas piensan en la palabra precio, lo asocian con sacrificios, sufrimiento e incluso muchas personas lo asocian con perder algo.

Yo creo que hay precios que debes de pagar con alegría, con una sonrisa en tu rostro, hay precio que tú debes de estar dispuesta y con iniciativa de pagar, porque lo que vas a obtener a cambio es mucho mayor que el precio que estás pagando y ese es el caso del matrimonio, este precio tú lo empiezas a pagar con alegría una vez que tú entiendas tres realidades de la que te voy a hablar en esta primera parte del episodio.

REALIDADES DEL MATRIMONIO.

1º UN MATRIMONIO ES UN EQUIPO.

Es un equipo de dos personas, uno del ministerio más grande de Dios, que muchas personas se preguntan y tratan de entender, es el misterio de la trinidad como es eso, es uno, pero son tres personas, quizás un misterio más pequeño, pero en cierta manera parecida el misterio de ser pareja, una pareja son dos personas, pero en realidad son uno, funcionan en unidad, pero funcionan también en ciertos momentos de manera individual.

El gran misterio en este sentido es que todo lo que la pareja actúa y opera de manera individual, tiene incidencia directa con la pareja en conjunto, quizás esto que te voy a   decir suene un poco como un trabalenguas, pero presta atención para lo que te voy a ayudar a entender, yo soy uno con mi esposo, pero yo soy uno también sin mi esposo, pero ambos somos uno.

Tenemos el ejemplo de un equipo de béisbol, cada uno es una persona, es un jugador individual que ocupa una base, un lugar, una posición, pero ninguno puede hacer las tareas solas, no puede ver un equipo de béisbol ocupado por una sola persona, necesitan del trabajo de todo el equipo para poder ganar un juego son más de una persona, pero a la hora de la verdad son un equipo, son uno solo. Quiero llevar este principio un poco más profundo.

2º CADA UNO TIENE SUS PROPIAS CARACTERÍSTICAS.

Así como en un equipo de beisbol cada jugador juega una posición diferente, esa posición conlleva ciertas destrezas y características que son propias de cada jugador, sabes que lo mismo ocurre en el matrimonio, cada persona en las parejas tiene características propias, tiene características de la personalidad, carácter, pero tienen también en cuanto a su género y su sexo.

Hay algo que tú tienes que entender hay áreas de tu matrimonio, de tu vida en pareja que te competen a ti y no competen a tu esposo, hay áreas de tu vida matrimonial que le competen a tu esposo y no te competen a ti, de la misma manera hay áreas que le competen a ambos por igual, hay cosas que por tu constitución corporal, por tu genética, por tu fuerza y hasta por tus facultades mentales y emocionales son propias de tu relación como mujer y lo mismo ocurre con el hombre y es importante que tú entiendas estas diferencias, estas características para que puedas aprenderá opinar bien y funcionar en tu rol de mujer y de esposa para con tu marido.

En el episodio de mujer podcast del día de hoy está enfocado hacia este tema, justamente estoy simplemente estableciendo el fundamento de lo que quiero hablar y probablemente dirás esto suena un poco anticuado, las parejas de hoy en día no son así, las mujeres podemos hacer todo lo que hacen los hombres y los hombres pueden hacer todo lo que hacemos las mujeres.

Esto yo lo he escuchado muchas veces, pero tengo que decir que con solo una vez que la escuchara fue más que suficiente para saber que esa frase está mal.

3º LA TENDENCIA NO ANULA LA TRADICIÓN.

Hay palabras que la sociedad de hoy día no soporta, le son desagradable, arcaicas y hasta retrógradas y cuando yo hablo de estos temas usted va a ver eso en los comentarios, hay que mentalidad arcaica, hay que mujer tan retrógrada, una de ella es la palabra tradicional no se puede hablar de trato correcto de una esposa para un esposo sin hablar de lo tradicional.

El mundo y el sistema de sociedad anti Dios ha intentado de establecer un esquema de pensamiento de que las cosas deben de cambiar y que la función y la constitución, el uso del matrimonio debe de modernizarse las tendencias de estos tiempos nunca, el sistema de Dios es el que debe de operar siempre, ninguna tendencia actual, ninguna moda, ninguna idea revolucionaria contemporánea debe de sustituir el modelo original y tradicional de Dios para la familia y para el matrimonio.

Hablemos de esos tres valores tradicionales para el trato hacia tu esposo y es desde aquí, desde lo tradicional, la tradición instaurada por Dios en la biblia y el modelo de Dios para el matrimonio que yo quiero hablarte, acerca de tres valores tradicionales que tú debes de incorporar y aplicar en el trato hacia tu esposo.

VALORES TRADICIONALES DEL MATRIMONIO

1º RESPETO.

Efesio 5:21; “Someteos unos a otros en el temor del señor”, y el apóstol Pablo comienza hablar acerca de la relación de esposo y esposa, Efesio 5:33; “Por los demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como así mismo, y la mujer respete a su marido”

Yo soy la mujer de mi esposo, el mundo de hoy anda con ese cuento raro de que nadie le pertenece a nadie, tú o puedes decirle a tu esposa que te pertenece a ti, sabías que la biblia enseña lo contrario a ese pensamiento moderno, la biblia habla de pertenencia lo habla desde el Génesis hasta el Apocalipsis, tú ves en génesis que la biblia se refiere Zara como la mujer de Abrahán, a rebeca como la mujer de Isaac, Cantares; 2:16, “Mi amado es mío y yo soy suya”

En Lucas 2:5 se refiere a María, la madre de Jesús, como la mujer de José, sabes algo, este sentido de pertenencia produce respeto, esta pertenencia produce santidad, produce separación, hace que tú te guardas para tu marido porque sabe que tú eres de él y él es tuyo, no caben más en esa relación porque hay pertenencia, porque hay respeto. Esto que acabo de decir es bíblico, Cantares 7:10 dice, Yo soy de mi marido y conmigo tiene su contentamiento.

2º ADMIRACIÓN.

En cantares; los rimeros cuatro versículos y quiero que mires la admiración de esta mujer que nos simboliza a nosotros por su esposo, oh si él me besara con besos de su boca, porque mejores son tus amores que el vino, amas el amor de tus suaves ungüentos, tu nombre es como ungüento derramado, por eso las doncellas te aman, atráeme en post de ti correremos, el Rey me ha metido en sus cámaras nos gozaremos y alegraremos en ti, nos acordaremos de tus amores más que del vino con razón te aman. 

Yo te quiero preguntar algo ¿Cuándo fue la última vez que tú sentiste admiración por tu esposo, o mejor dicho cuando fue la última vez que tú también te dejaste de admirar por tu esposo? Muchas mujeres dejan de sentir esa admiración, ese suspiro interno por sus maridos y dicen; ay es que es mi esposo y hace esto y lo otro, siempre estás mirando sus faltas, siempre estás mirando lo que no tiene o lo que no hace como lo vas a admirar.

La admiración que tú puedas sentir por tu esposo no depende de lo que él haga o no haga, sino que depende de la ocupación que tú ocupas con respecto a él, muchas mujeres pierden su admiración por su esposo porque no hacen las cosas como ellas quieren, cuando ellas quieren, entonces tienen ese pensamiento lo hago yo, tú no sabes hacer esto, déjame hacer esto a mí. Quien te dijo a ti que la manera correcta es como tú lo haces.

Muchas mujeres denigran y menos precian a sus esposos por el simple hecho de que las cosas no se hacen como ellas quieren y tú tienes que tener mucho cuidado con eso, yo no estoy aquí para defender a ningún marido ni nada por el estilo estoy aquí para enseñarte cuáles son aquellas áreas en las que tú tienes que cambiar para Sr. la esposa que Dios quiere que tú seas.

3º SUJECIÓN.

El mundo actual y la ola de pensamiento feminista detesta esta palabra que yo acabo de usar sujeción; pero la sujeción es lo que enseña Dios en su palabra, Efesios; 5:22 “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos como al señor”, esta sujeción es doble, tú te sometes a tu esposo así como la pareja se somete a Dios lo sabemos públicamente, pero hay gente que se sorprende, mucha gente me ha preguntado las redes sociales, pero la mayoría de las veces me refiero a mi esposo, muy pocas veces lo llamo por su nombre generalmente le digo jefe o pastor Otoniel. 

Siempre que me llama le digo pastor Otoniel o jefe y muchas veces la gente me cuestiona eso, para mí siempre lo hago y yo sé que muchas veces la gente se cuestiona eso sinceramente yo siempre dejo cualquier cosa por atender a mi marido, yo dejo cualquier cosa por servirle a él en lo que necesite, para mí es un gusto yo constantemente estoy ofreciendo algo, quieres que cocine algo, necesitas algo en específico, él sabe que para mí es un gusto el poder dejar de hacer cualquier cosa para m¡ayudarlo y para servirle!

Entre nosotros siempre ha existido esa dinámica, nunca el pastor Otoniel me ha pedido, llámeme señor, llámeme pastor, nace de mi corazón porque yo conozco el lugar que yo ocupo en su corazón y para mí es importante que él sepa el lugar que él ocupa en el mío, el que tú estés sujeta a tu esposo no quiere decir que tuno puedas opinar, que tú no puedas dar tu parecer, que te tengas que callar, que seas simplemente como un accesorio.

Nada de eso es cierto el sometimiento no se trata de omitir actos, se trata de dar un lugar tú te sometes a tu esposo dándole el lugar que tiene en tu matrimonio, cuando tú haces esto el resto de tus acciones van a seguir el curso de esa primera acción, ningún esposo es perfecto y no siempre van a hacer las cosas de la mejor manera, pero quiero que sepas algo, tu esposo se debe de someter a Cristo se lo puedes dar tú cuando te sometes al cómo esposa, y cuando tu esposo se somete a Cristo y tú estás sujeta a tu esposo lo mejor está por venir para tu matrimonio y para tu vida como esposa.

Una de las bendiciones que puedes tener en tu vida es un matrimonio agradable, un matrimonio bueno y tú como mujer como esposa cumples esa función de suma importancia en el bienestar y buen funcionamiento de las relaciones de pareja, si bien es cierto hay otra parte que descansa sobre tu esposo, pero en lo que respecta a ti, es tu responsabilidad cumplir con la tuya, espero que estos tres valores tradicionales te ayuden a mantenerte enfocada el tu rol y en tu posición de esposa y que desde esta posición aportes siempre en cada momento en tu vida matrimonial 

Por último, me gustaría agradecer a todas esas mujeres, que decidieron invertir un par de minutos de su vida leyendo.

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