13 May 219: 7 Formas de ser una mejor madre
Ser una madre es una de las tareas más desafiantes gratificantes que existen, dar a luz a un nuevo ser y llevarlo de tu mano por el camino de la vida es un privilegio incomparable, pero seamos honesta la maternidad también trae consigo muchos retos y muchísimas dificultades, la falta de apoyo, los sentimientos de inseguridad, la ausencia de equilibrio pueden hacernos, pueden hacernos sentirnos abrumadas agotadas.
A veces intentamos ser mejores madres y fracasamos en el intento, los que hace que nos llenemos de frustración y de culpa, pero no te desanimes porque hoy estas en el lugar correcto para aprender y crecer en tu maternidad.
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Toda madre debe de procurar el bienestar de todos sus hijos siempre, nuestros hijos son un regalo de Dios y nuestra responsabilidad cuidarlos, protegerlos y guiarlos por el camino del bien, como dice el Proverbio; “Instruye al niño en su camino y aun cuando fuera viejo no se apartara de él” Proverbio 22:6, pero para poder cumplir con esta noble tarea necesitamos aprender y crecer consistentemente en temas de maternidad.
La maternidad no viene con un manual de instrucciones, pero podemos buscar sabiduría en la palabra de Dios y en los consejos de otras madres experimentadas, a demás debemos de esforzarnos por crear un ambiente familiar que sea armonioso, donde reine el amor, la paz, el respeto.
Un hogar feliz es el mejor regalo que podemos darle a nuestros hijos como dice el apóstol Pablo en Romanos 12:18 “Si es posible en cuanto dependa de vosotros estad en paz con todos los hombres” quiero recordarte que al esforzarte por ser mejor madre cada día estás invirtiendo en la crianza y desarrollo saludable de tus hijos.
Al dedicar tiempo y esfuerzo por mejorar tus habilidades maternales, estás contribuyendo directamente al bienestar emocional y físico de tus hijos, a demás buscar ser mejor madre continuamente te permite establecer un ejemplo positivo y valioso para tus hijos.
Cuando ellos ven que tú está comprometida con su crecimiento y tu papel como madre le transmite la importancia de aprendizaje de la menoría continua, la autorreflexión enseñándole hermosas lecciones que pueden aplicar a sus propias vidas, esto es algo que mis hijas me dicen constantemente me recuerdan como ni propio esfuerzo y anhelo de crecer hoy es una motivación para ellas.
Muy temprano en la vida aprendí que al esforzarme por ser una mejor madre también me estaba cuidando a mí misma, priorizar tu bienestar físico, emocional y mental en el proceso de ser una madre ejemplar te permite ser una versión más equilibrada, más feliz, más realizada en ti misma, lo que a su vez se va a ver reflejada en tus interacciones con tus hijos y en la dinámica familiar de tu casa. Hoy te presento siete formas de ser una mejor madre, no son consejo, ni cosas tradicionales, ni sacado de ninguna lista, son el resultado de mis 28 años como madre.
¿Sabías que el proceso de ser una madre ejemplar te permite ser una versión más equilibrada, más feliz, más realizada en ti misma? ¿Me creerías si te dijera que la maternidad puede convertirse en un verdadero basar de miedos? ¿Sabías que las mujeres al ser madres somos vulnerable y lo que necesitamos es apoyo y comprensión? ¿Me creerías si te dijera que las madres no podemos controlarlo todo? ¿Sabías que ser madre es una de las tareas más desafiantes gratificantes que existen?
Te has preguntado si tienes la capacidad de responder con toda seguridad estas preguntas. Me gustaría leer tus respuestas a estas preguntas, en la caja de comentario.
Terminando con lo anterior, continuemos nuestra lectura.
7 forma de ser una mejor madre.
Forma 1º
Entiende que es imposible controlarlo todo.
Si tú eres perfeccionista la maternidad va a ser un desafío demasiado grande para ti, es importante entender que es imposible controlarlo todo y que intentar controlarlo todo solo te va a llenar de estrés, frustración y ansiedad, reconozco que en teoría controlarlo todo suena perfecto y hasta las perfeccionistas se lo dicen a otras personas, pero cuando eres perfeccionista en la práctica se nos escapa y no nos damos cuenta.
Para las que son perfeccionistas el perfeccionismo es una parte integral de su personalidad y des u forma de vida y están acostumbradas a establecer altos estándares y a buscar la excelencia en todo lo que hace, eso hace que consideren su actitud perfeccionista como algo normal, no se dan cuenta de que están actuando de marera perfeccionista, aceptar que no puedes controlar todos los aspectos de la vida de tus hijos te quitara un gran peso de encima y va a reducir el sentimiento de culpa que muchas madres arrastran por no poderlo hacer de todo perfecto.
Recuerda que solo Dios tiene el control total que tu tarea es confiar en él y hacer tu mejor esfuerzo, la maternidad es una experiencia única, cada familia y cada hijo son diferentes eso significa que no hay una guía exacta, tampoco hay un conjunto de reglas estrictas a seguir, la maternidad implica adaptarse constantemente a las necesidades cambiantes de los hijos, lo que a menudo requiere flexibilidad, requiere capacidad de ajuste en lugar de perfección.
En el día a día practica el arte de soltar y delegar, permite que tus hijos tomen decisiones de acuerdo a su edad y que aprendan de sus errores, confía en que Dios los protege y los guie e incluso cuando tú no puedas estar presente.
Forma 2º
No sufras por adelantado.
La maternidad puede convertirse en un verdadero basar de miedos ni no ponemos a sufrir por adelantado, imaginar todos los posibles peligros y problemas que pueden enfrentar nuestros hijos en el futuro, te roba la paz y la alegría en el presente, el futuro es incierto y toda madre se preocupa por la salud y el bienestar de sus hijos, incluyendo enfermedades, accidentes, lesiones, toda madre se preocupa por que sus hijos no alcancen su potencial académico o no logren el éxito en su educación.
A todas nos llega el día de pensar que pasaría si nuestros hijos son influenciados negativamente por personas o por situaciones perjudiciales como el consumo de las drogas, comportamientos peligrosos, toda madre se preocupa por la seguridad de sus hijos en un mundo que a veces es peligroso e inclusive incluyendo un crimen, claro que podemos sufrir todo lo que a nuestros hijos no se les desarrollan a las habilidades necesarias para tener éxito en la vida, como las actividades sociales, emocionales, financieras, pero no debemos sufrir por cosas que aún no han sucedido porque el sufrimiento anticipado nos puede llevar a un ciclo interminable de preocupaciones y ansiedad innecesaria.
El futuro es incierto y muchas veces no podemos predecir o como controlar lo que va a suceder, sufrir por algo que no ha ocurrido solo aumenta tu ansiedad y no cambia el resultado final, es importante aprender a aceptar y manejar la incertidumbre de manera saludable y que eso no te lleve al sufrimiento, sufrir por cosas que no han sucedido te consume tu energía emocional y mental que tú podrías estar utilizando de manera constructiva, no en el futuro, sino en el presente.
La clave es vivir un día a la vez y confiar que Dios te va a dar la gracia y la sabiduría para enfrentar cada situación cuando esa situación llegue como dice Jesús; no te afanes por el día de mañana porque el día de mañana traerá su afán, basta cada día su propio mal, Mateo 6:34 práctica a tensión plena enfócate en disfrutar cada momento, cada día con tus hijos a celebrar sus logros, ríe con sus ocurrencias, abrázalos con todo tu corazón, esos momentos de conexión son los que realmente importa y los que van a quedar grabados en sus corazones para siempre.
Tu maternidad tiene que ir de la mano de tu fe, tener fe te ayuda a confiar en las cosas del futuro, se resolverán de la mejor manera posible, nos ayuda a creer que tenemos la fuerza, la capacidad interna para hacer frente a los desafíos que puedan surgir.
Forma 3º
Para, piensa, focaliza.
A veces el mal comportamiento de nuestros hijos es el resultado de nuestra propia falta de planificación y de objetivos, cuando no tenemos claro hacia dónde vamos es fácil perdernos en el camino y que reaccionemos de forma impulsiva en los desafíos y por eso es importante parar, pensar, tomarnos un tiempo para reflexionar sobre nuestras metas y nuestras prioridades, pregúntate que valores tú quieres inculcar en la vida de mis hijos, como yo quiero quien sean cuando sean adultos, qué hábitos y rutinas puedo implementar en casa hoy, hacer un balance diario te ayudará a mantenerte enfocada y a tomar decisiones más sabias y coherente.
Dedica unos minutos cada noche, cada mañana para evaluar tu día y planificar el día siguiente, esto yo se los he dicho todo el tiempo, ora por tus hijos, pídele a Dios que te dé sabiduría y paciencia para guiarlos por un buen camino.
Forma 4º
No juzgar.
En la maternidad todo el mundo tiene una opinión sobre como tú deberías criar a tus hijos, pero es importante recordar que cada familia es única y que no existe una fórmula mágica que funcione para todo, muchas madres viven en función de comparar su maternidad con otras madres, en lugar de juzgar a otras madres o permitir que otras te juzguen a ti, practica la empatía, practica la compasión.
El juicio contante es un ámbito tóxico en el que estás victimizada porque tienes a alguien que te juzga como madre, día tarde y noche o andas juzgando la maternidad de otras mujeres, no hay madres perfectas yo no lo soy y tú lo eres tampoco, recuerda que no conoces las circunstancias completas de las demás personas, ni el esfuerzo que esa madre está haciendo.
En muchas etapas de la maternidad las mujeres estamos muy vulnerable y lo que necesita es apoyo, comprensión y tampoco criticas, tampoco necesitamos juicio, extiende una mano amiga a otras madres que pueden estar pasando un momento difícil, no vivas la maternidad desde el estandarte de medirte con nadie, al estar ocupada en vez de estar juzgando a las demás te vas a cerrar a la posibilidad de aprender de otras personas.
Cada persona tiene sus propias experiencias y perspectivas únicas que puedan enriquecer nuestra comprensión del mundo en el que estamos y estamos dispuestas a escuchar y aprender; que dijo el apóstol Pablo; “Así que los que somos fuertes debemos de soportar la flaqueza de los débiles y no agrandarnos a nosotros mismo” Romano 15:1.
Vive una maternidad libre de juicios y eso te va a permitir librarte de las expectativas y estereotipos limitantes.
Te permite ser más auténtica y vivir de acuerdo de tus propios valores, de tus propias creencias, sin buscar la aprobación y sin compararte constantemente con otras madres.
Forma 5º
Huye de la inmediatez.
Huye de la inmediatez en un mundo donde todo es instantáneo y toda está al alcance de un clic y nuestros hijos siempre van a creer que van a obtener lo que quieran de una manera inmediata, pero nuestro deber es enseñarle el valor de la paciencia y de la perseverancia.
No todo en la vida es fácil, no todo en la vida es rápido y nuestros hijos tienen que aprender adaptarse al ritmo del entorno y a trabajar duro por sus metas, como dice el Proverbio; el pre-socio quiere y no tiene, más los diligentes serán prosperados, las expectativas de que todo sea inmediato pueden llevar a una sensación de frustración y disconformidad, cuando las cosas no suceden tan rápido cuando desean.
Al acostumbrarlos a la idea de que todo va a suceder al instante podemos perder la capacidad de perseverar y trabajar continuamente hacia una meta a largo plazo, desarrollar la paciencia es fundamental en nuestras vidas por muchas razones, la paciencia nos ayuda a reducir el estrés y la ansiedad permitiéndonos enfrentar los desafíos de manera más tranquila, más serena, no pasa nada.
Al aprender a esperar de manera paciente evitar la frustración y nos enfocamos en encontrar soluciones efectivas, a demás la paciencia te proporciona claridad mental y para tomar decisiones racionales, reflexivas, cuando somos impacientes tendemos a actuar de manera impulsiva, sin considerar las consecuencias a largo plazo, cuando cultivamos la paciencia podemos evaluar mejor nuestras opciones y tomar decisiones informadas.
La paciencia también juega un papel crucial en nuestras relaciones interpersonales, a menudo nuestras interacciones con las demás personas pueden ser desafiantes, pueden generar conflictos; sin embargo, cuando desarrollamos la paciencia podemos manejar los desacuerdos, las dificultades y hacerlo con calma, con comprensión, eso nos permite comunicarnos de manera efectiva, mejorar nuestras relaciones y evitar los conflictos innecesarios.
La biblia destaca la importancia de la paciencia cuando es una virtud necesaria para perseverar, confiar en Dios, mantener la calma ante las pruebas y los desafíos de la vida, en el día a día empieza a establecer límites claros, consecuencias lógicas, para el comportamiento de tus hijos, enséñale a esperar su turno, ahorrar para lo que quieren, a disfrutar de los procesos no solamente del resultado.
Forma 6º
Tolerancia a la frustración.
En un mundo donde nuestros hijos tienen de todo y casi siempre tienen demás es superfácil que crean que en la vida siempre va a ser así, pero la realidad tiene muchas frustraciones y desafíos a lo largo de tu camino, nuestro deber como madre es enseñarle a tolerar la frustración y a desarrollar la resiliencia.
Permitirle experimentarla la incomodidad de no tener todo lo que quieren, le va a ayudar a crecer emocionalmente y también les va a ayudar a valorar lo que tienen, algo que estoy segura de que tú tuviste en tu vida en tu niñez y no le estás enseñando a tus hijos hoy en el día a día, no rescates a tus hijos de cada dificultad, no le evites todos los sufrimientos, permíteles llorar, enojarse, sentir frustración, pro también a respirar, a buscar soluciones y a levantarse después de cada caída.
Como dice el apóstol Santiago; “Hermanos míos, tener por sumos gozos cuando estés en diversas pruebas, sabiendo que a la prueba de vuestra fe, produce paciencia”. Santiago 1:2-3
Forma 7º
Llénate de Dios para poder dar.
Lo último que quiero que recuerdes que para poder dar, amor, paz, sabiduría a tus hijos, primero tienes que llenarte de esas cosas y la única fuente inagotable de todo lo buen es Dios mismo, así que antes de intentar ser una mejor madre, procura ser una mejor hija de Dios, pasa tiempo en la presencia de Dios cada día; lee su palabra, ora sin cesar, cultiva tu relación con Dios.
Cuando estás llena de la gracia de Dios vas a poder trasmitir eso a tus hijos de una forma natural, no fingida y poderosa, así te vas a convertir en un canal de bendición para tu familia y vas a ver como Dios obra maravillas en tu casa, hay un salmo que dice “Deléitate asimismo en Jehová y él te concederá las peticiones de tu corazón, encomienda a Jehová tu camino y confía en él y él hará” Salmo 37:4-5.
Querida madre yo sé que el camino a la maternidad no es fácil, pero hoy ha dado un gran paso, al buscar en aprender y crecer en tu rol más importante, atesora estos siete consejos en tu corazón, ponlos en práctica todos los días, recuerda que tú no estás sola en tu jornada Dios está contigo en cada paso de tu camino y tú puedes confiar que él te va a dar las fuerzas y la sabiduría que tú necesitas para criar a tus hijos con amor con valores eternos.
Tu valor y tu labor como madre es incalculable y va a tener un impacto profundo en la próxima generación, cada semilla de amor y de fe que tus plantes en el corazón de tus hijos va a dar frutos abundantes, no te desanimes, maten tu mirada fija en Jesús el consumador de nuestra fe, persevera con paciencia y gozo sabiendo que tu trabajo en el señor nunca es en vano.
Como dice el apóstol, por la verdad hermano, todo lo verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que sea de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza en esto pensad, eres una madre valiente, sabia, amorosa, tú eres exactamente la madre que tus hijos necesitan con la ayuda de Dios va a poder marcar una diferencia eterna en sus vidas.
Por último, me gustaría agradecer a todas esas mujeres, que decidieron invertir un par de minutos de su vida leyen
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