13 Sep Ordenar tu mente es un acto de amor:
Tu mente es el filtro entre tu relación con Dios y tu relación con el resto del mundo. A través de ella se filtran tus creencias, lo que tomas como una verdad absoluta y lo que no. En la actualidad, estamos constantemente siendo bombardeados con información que si no prestamos suficiente atención, puede afectar directamente nuestra vida.
La sobrecarga mental puede impactar tu vida, tus relaciones personales e incluso, tu relación con Dios. Es probable que en algunos casos, tu oración y tu tiempo con Él hayan sido interrumpidos por el ruido externo. Esto no es normal; lo ideal es que puedas concentrarte y conectarte con el Señor sin ser abrumada por mil cosas a la vez.
Una mente sana tiene la claridad para ver la vida como un regalo, lo cual te acerca directamente a Dios. No quiero que tomes estas palabras como si estuvieses haciendo algo mal, sino que si te sientes identificada, es hora de buscar ayuda, concientizar tus actitudes y buscar la salida de una mente sobrecargada.
¿Qué pasa cuando tu mente está sobrecargada? Es similar a encontrar una caja de cables viejos: hay un desastre, cables de todo tipo enredados, sin orden, todo es caos. Al encontrar esa caja de cables, tenemos dos opciones: dejarla así y esperar a necesitar uno, o sentarnos con calma a desenredar cada uno y colocarles una cinta para que no se vuelvan a soltar.
Puede que sentarnos a arreglar los cables nos tome tiempo y no sea una tarea fácil, incluso puede que nos lleve unos días, pero lo importante es tomar la decisión de asumirla. Nadie más que nosotros puede ordenar esa caja de cables; nadie más que nosotros puede hacerse responsable de ella. No tiene que ser necesariamente un peso; por el contrario, puede ser divertido. Puedes descubrir cables que ni sabías que tenías y que serán útiles para tu vida (y ya no estamos hablando de cables).
Tomarse un tiempo para revisar nuestra mente es un acto de amor inmenso. Es aceptar nuestro propio caos y buscarle orden, pero esto debe hacerse con paciencia y por supuesto, con la ayuda de Dios.
Las redes sociales, el estrés del trabajo, la familia, la vida y la economía pueden dejar cables sueltos en tu cabeza. Sin embargo, puedes tomar acción sobre ellos para que no te dañen y por el contrario, usarlos como herramientas y disfrutar de otras áreas de tu vida.
En los tiempos modernos, hay dos actos de valentía: el primero es separarse de la ola del mundo y dedicarnos a nuestro crecimiento personal; el segundo es arrodillarse frente al Padre y pedirle su ayuda.
Hoy quiero que liberes tu mente y la cuides. Por eso, te recomiendo escuchar el episodio 229 de Mujer, Podcast: Estrategias bíblicas para cuidar tu mente. Disponible en tu plataforma favorita.
Cuida tu mente y ordena tus cables. Gracias por estar acá.
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