¿Cómo tener una mentalidad de esfuerzo?

¿Cómo tener una mentalidad de esfuerzo?

La mayoría de las personas relaciona el término “esfuerzo” con algo negativo, debido a que se vincula con el hecho de incomodarse o salir de la mencionada “zona de confort” con el fin de lograr algo.

Pero, más allá del pensamiento popular y de la forma en la que la colectividad acuña este concepto, el esfuerzo es una fuente de muchas más bendiciones que infortunios.

La palabra tiene su origen etimológico en la unión de dos voces latinas, que serían el prefijo ex- (“hacia afuera”) y fortis (“fuerte”). En otros términos, se resume como la canalización de la fuerza hacia el alcance de una meta específica. 

¿Qué es eso que te mueve? ¿Por cuáles cosas eres capaz de sacrificarte? ¿Tu fuerza, tu voluntad y tu empeño en cuáles situaciones salen a relucir?

Piénsalo bien y cuando respondas esas preguntas, notarás cómo la vida te va guiando en función de un propósito mayor. A través del esfuerzo somos capaces de lograr cosas inimaginables. Pero, debemos disponernos a ello y ser conscientes del poder que tiene trabajar arduamente en la vida. 

Mentalidad de esfuerzo 

Cuando hablamos de la mentalidad de esfuerzo nos referimos a esa línea de pensamiento en la que ponemos el esfuerzo como base de las cosas. La continuidad de este tipo de mentalidad nos lleva a cosechar muchos logros en el ámbito personal y profesional, y también nos hace crecer espiritualmente. 

Ello debido a que nos trazamos una meta, trabajamos en función de este objetivo y lo logramos. Si repetimos el proceso muchas veces, al final del día nos encontraremos con una gran cantidad de resultados tangibles, logrados por nuestros propios méritos. 

Lo contrario a esto es tener una actitud desinteresada, apática o perezosa, que a la larga, generará sentimientos como la frustración, la tristeza y la soberbia. 

Con la ayuda y la cobertura del Padre, debemos trabajar en mantener una mentalidad de esfuerzo, que nos lleve más cerca de los propósitos que nos hemos planteado y nos haga ver mejor ante los ojos de Dios.

3 consejos para tener una mentalidad de esfuerzo

1. Disfruta de la sensación de logro

    Cuando hacemos algo por nuestro propio mérito y lo logramos, experimentamos una sensación de logro que nos hace sentir bien y que nos gustaría prolongar en el tiempo. Realización, orgullo y alegría son solo algunas de las emociones que se presentarán y que harán nuestros días más amenos. 

    No tiene que ser un logro enorme para que puedas reconocerlo y celebrarlo. Cada paso cuenta, porque te hace estar más cerca de la meta.

    Enorgullécete de cada cosa pequeña y aprende a ser feliz en cada ocasión, por sencilla que sea.  Preserva tu motivación y no dejes que los problemas que se pudieran presentar en el camino te alejen de ella. Te invito a mantenerte firme en tus convicciones y con la confianza en que actuando conforme a la verdad de Dios, lo vas a lograr. 

    2. Establece tus metas

      A veces estamos tan enfocadas en trabajar, hacer y accionar, que no nos damos cuenta de que no tenemos una ruta clara hacia nuestras metas. Esto no solo es un error, sino que es una real pérdida de tiempo. 

      Deja de botar tu esfuerzo a la basura por carecer de un enfoque preciso. En ese tipo de situaciones, solo obtendrás cansancio y desilusión. Establece cuáles son tus objetivos, ponles nombre y empieza con un plan de acción. Cuando actúas, los sueños se convierten en metas y las metas en resultados. 

      Comienza a crear el hábito de planear tu día, tu semana y hasta tu año, para que siempre sepas qué hacer y no seas víctima de las improvisaciones que surgen en el camino. 

      3. Mantén un entorno saludable

        Lo que haces es tan importante como lo que dices, lo que piensas y lo que escuchas. Por ello, debes preservar la calidad en tu entorno y procurar mantenerte en un ambiente sano, positivo y constructivo. 

        Muchas veces, la mentalidad que sostienen otros termina influyendo en nuestra forma de pensar. Y eso es positivo siempre y cuando los demás tengan algo bueno para aportar a nuestro crecimiento. De lo contrario, sería una pérdida en vez de una ganancia. 

        Si quieres profundizar más en este tema, escucha el más reciente episodio de Mujer, Podcast, titulado: “Transforma tu esfuerzo en resultado”. El capítulo 236 ya está disponible en tus plataformas digitales favoritas. 

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