4 formas de evitar el drama en tu vida

4 formas de evitar el drama en tu vida

“Todo me sale mal y yo no sé por qué tengo tan mala suerte en la vida”, “yo soy la peor del mundo”, “nadie me quiere, ni siquiera Dios”, “no importa que nadie haga nada por mí”… STOP. Para de pronunciar esas frases tan llenas de negatividad y también de drama.  El drama es para las películas, las series de televisión y el teatro, no para tu vida. Es agotador vivir en un entorno lleno de tragedia, desdicha y calamidad, y que estas estén previamente declaradas por los involucrados. 

En esta oportunidad, quiero mostrarte todo el daño que el drama puede llegar a hacer en tu vida y que estés consciente de que lejos de ayudarte a solventar algo, solo complica más las cosas. Detén esas dificultades y vive en paz, conforme a la sagrada Palabra del Señor.

4 formas de evitar el drama en tu vida

1. No te tomes las cosas personales 

Evita creer que las personas te hacen cosas a ti, quieren perjudicarte y buscan el mal para ti. No, no es así. Muchas veces las cosas tienen más que ver con la persona que las da que con la que las recibe. Deja ir y entiende que a veces las emociones negativas juegan en contra y que no todo el mundo es como tú. 

Si sientes que otra persona ha hecho algo que, de manera directa o indirecta te perjudica, y es de tu círculo de confianza, comunícaselo de forma asertiva y recibe con humildad su argumento. En el caso de que no sea convincente o adecuado para ti, no te quedes en esa página. Suelta esa incomodidad y pídele a Dios la dirección para poder manejarlo de la manera adecuada. 

2. Busca soluciones

En lugar de desbordarte en emociones cuando las cosas no salgan como tú esperabas, enfócate. Sé que lograrlo no es tan fácil como decirlo, pero debes preservar tu inteligencia emocional y mantener el control para poder tomar las riendas de la situación. No te enfoques en el problema, visualiza las soluciones y encuentra la manera de resarcir los daños o sacar el lado positivo. A pesar de lo que esté pasando, no es el fin del mundo. Y para todo hay una alternativa, solo debes ser bien intencional para lograr encontrarla a la brevedad posible. 

3. Habla con claridad

No procures que los demás adivinen  o supongan lo que está pasando por tu mente. Entiende que esto en lugar de traer bienestar, genera muchos malestares innecesarios. Comunica lo que sientes, describe tus necesidades, exprésate con la claridad suficiente como para que otros te entiendan. 

Saca las ironías, reproches y cualquier forma de sarcasmo de tu vocabulario. Todo ello al final va construyendo una especie de pared que limita tus vínculos. La disposición, la buena intención y la claridad erigen buenas relaciones interpersonales. Las intrigas, el rencor y la indiferencia solo nos alejan de las personas que amamos o con quienes nos relacionamos en nuestro día a día. 

4. Mantén la calma

Respira profundo y no pierdas la calma. Cuenta hasta 10, sal a caminar un rato o hasta darte una ducha sirve, en función de que seas objetiva. La calma y el enfoque son los mejores consejeros a la hora de tomar decisiones. Un anuncio repentino y algo inesperado puede sacarte de tu “zona de confort”, pero debes aprender a volver a tu centro para decidir de forma intencional y no por impulsos.

Actuar “en caliente” a veces te lleva a cometer errores. Por eso, te sugiero estar en calma y visualizar cada escenario antes de perder el control y hacer o decir cosas de las que después te puedas arrepentir. 

Tras la aplicación de estos consejos, espero que puedas ir minimizando los efectos del drama en tu vida, seas objetiva y te orientes hacia tu propósito real, desde la prudencia. También te quiero invitar a escuchar el último episodio de Mujer, Podcast, que se titula: “Deja de intentar ser mejor y aprende a ser nueva – Parte 2”. 

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