Aprende a perdonar con estos 3 consejos

09 Dec Aprende a perdonar con estos 3 consejos

El perdón es un concepto que figura en todas las áreas de nuestra vida. Desde los ámbitos más simples hasta los más complejos, nos demandan entendimiento para saber aceptar que hay una equivocación y que debemos seguir adelante a pesar de ella. Una ofensa que alguien nos hizo, un comentario que nos hirió, un acto que pareció mal intencionado, alguna mentira que nos dijeron… Todo esto, aunque nos duela mucho, suele pasar con frecuencia a cualquier persona. 

Lo que es que es cierto es que no todos reaccionamos igual ante estos desaciertos. Como hijos de Dios, somos llamados a poner en práctica el perdón, así como Él lo ha dado tantas veces para nosotros. 

Cuando la Palabra nos invita a vivir como un reflejo del Padre, también contempla que ablandemos nuestro corazón y entendamos que en el caso de que decidamos no perdonar, solo nos llenaremos el alma de emociones negativas y de sufrimiento prolongado. 

Cabe destacar que no siempre el error viene de afuera. En ocasiones nosotros mismos nos recriminamos y condenamos por acciones que no estuvieron bien. También merecemos perdonarnos, porque para el momento en el que decidimos de corazón arrepentirnos, ya el Señor habrá borrado con Su sangre preciosa nuestras culpas. 

En este orden de ideas, hoy voy a compartirte tres consejos prácticos para fomentar el perdón genuino. El que pasa por el entendimiento y por el corazón, para que las heridas que te causaron terminen de sanar desde la sabiduría y no desde el rencor. 

Tres consejos para aprender a perdonar

1. Reflexiona sobre la situación

A veces, cuando algo nos causa dolor, optamos por ignorarlo y convencernos de que no nos afecta. Esta actitud solo dificulta las cosas. Es mejor reconocer que algo nos ha producido sentimientos de tristeza o molestia y entender dónde está esa herida. Este reconocimiento no tiene que ser para los demás, puede ser perfectamente para nosotras mismas. 

Se trata de ser realistas sobre nuestra situación y pensar en la forma en que ocurrieron las cosas. La idea no es que te la pases pensando en eso, pero sí que le des contexto para que puedas entender qué movió a la otra persona, qué hubieras hecho tú, qué fue lo que pasó. 

Es posible que en ese punto tu entendimiento te permita actuar con menos rabia y con más sabiduría. No para justificar las malas acciones, sino para ser prudente con cada parte involucrada. 

2. Sé empática

Sé que el dolor puede cegarte a tal punto de ser indiferente. Pero no siempre las cosas son tan simples. A veces hay trasfondo, circunstancias subyacentes y variables que influyeron en que alguien (incluso tú), cometiera un error.

Ten empatía por la situación. Tu no estuviste en ese lugar, no sabes a ciencia cierta cómo fueron las cosas. Ni tú ni la otra persona son perfectas. Incluso, cuando la maldad está de por medio y entiendes que hubo intención de daño, internaliza que perdonar es lo mejor para ti. Dios reconoce la ignorancia en los demás, sabe que hay gente que todavía no ha visto Su rostro y que muchos están ajenos a Su Gracia. Pero tú, que eres Su hija, debes dar testimonio con tu ejemplo. 

3. Entiende la esencia del perdón 

El hecho de que decidas perdonar, no quiere decir que estés validando o justificando una actitud. Tú puedes perdonar y al mismo tiempo, poner los límites que sean necesarios para que esa situación no te vuelva a hacer daño en el futuro.

Hay personas que simplemente no merecen estar en tu vida, y el hecho de que las perdones no quiere decir que tengan que volver a tu lado. En realidad, la esencia del perdón tiene que ver más contigo que con ellas. 

Es tu liberación, tu tranquilidad, tu ligereza ante la vida. El perdón, el rencor y el sufrimiento se convierten en una especie de “equipaje emocional”, que al final son una carga tan pesada que no puedes llevar. Por tanto, te mantiene prisionera de tus mismas emociones. En Dios y en el perdón podrás ser genuinamente libre.

Si quieres saber más al respecto, disfruta del episodio 241 de Mujer, Podcast, titulado: “Suelta el pasado y prepárate para un nuevo comienzo”. Ya está disponible en tus plataformas digitales favoritas.