03 Dec Ponle freno a tu frustración y aprende a sacarla de tu vida
La frustración es un sentimiento con el que todas nos hemos enfrentado en algún momento de nuestras vidas, y lejos de ser una piedra en el zapato, es más bien una maestra que nos hace vernos en introspección.
Primero, debemos comenzar conceptualizando esta emoción negativa, que llega como una respuesta emocional ante sentimientos como la decepción y la ira. Nuestro cuerpo y nuestra mente rechazan lo que está ocurriendo y se frustran al sentir que no pueden cambiar las cosas.
Y ahí precisamente está el error, que sirve como vacío a esta emoción y que nos ayudará a desmontarla de inmediato. Las cosas sí pueden cambiar y lo harán, siempre y cuando activemos nuestro poder interior.
Exactamente, mujer, tú tienes la posibilidad real, puntual y tangible, de cambiar todo eso que te desagrada, pero antes debes cambiar tu mentalidad y protegerte de los sentimientos que te alejen del camino de Dios.
Hoy quiero regalarte algunos consejos para que saques la frustración de tu vida y prepares tu corazón para recibir todas esas bendiciones que Cristo ya decretó para ti:
Reconoce tus emociones
Si hoy te sientes frustrada, no hay problema, es válido que te sientas así de una forma u otra. Cuando eres capaz de reconocer tu realidad, así sea en el ámbito emocional, puedes tomar los correctivos necesarios para cambiarla.
Sentir frustración en un momento dado no es el problema, el verdadero conflicto se presenta cuando nos quedamos estancadas en esa emoción. Reconoce y actúa de inmediato para que tu vida retome su rumbo hermoso, sano y alineado con los valores de Dios.
Establece objetivos realistas
Está bien tener una lista de metas. Está bien precisar qué es lo que quieres lograr. Está bien soñar. Pero, sé realista. No establezcas objetivos fantasiosos, porque en el momento en el que no llegues a alcanzarlos, te vas a llenar de frustración y tristeza por ello.
Cuando vayas a plantearte una meta, piensa que esta sea alcanzable y que sea realmente posible en el período que estableciste para su realización. Mientras más preciso sea, más fácil será llegar a ellas y ponerte nuevos objetivos que te lleven a tu verdadero propósito.
Apóyate en tu comunidad
Todos, así no lo sepamos, tenemos una red de apoyo. Amigos, familia, pareja, compañeros de trabajo, miembros de la iglesia, vecinos… Toda persona de corazón amable puede ayudarte en los momentos de dificultad. Quien menos piensas puede convertirse en un punto de respaldo.
Aunque debes ser prudente a la hora de escoger a quién confiarle tus penas, contar con alguien que te escuche y te ayude a poner la situación en perspectiva es de mucha utilidad. Recuerda que no estás sola, y que cada persona que Dios permite que esté en tu camino tiene lecciones valiosas para mostrarte. Sé humilde y receptiva para entender cada enseñanza.
Lee la Palabra de Dios
Recuerda que cualquier problema, situación o reto se resuelve en las Escrituras. La Biblia es como una guía santa y práctica de los caminos de la vida. En los textos bíblicos encontrarás ejemplos reales de lo que puedes estar pasando.
Identifícate con esas historias. Busca modelos de fe que te guíen en la mejor manera de actuar. Ubica en los libros la dirección que Dios quiere que sigas, para que puedas vivir una vida plena en Su nombre.
No hay más lugar para albergar frustración cuando tienes todos tus espacios llenos de Dios. Alégrate en Su presencia, descubre el inmenso gozo de estar en Su amor, demuéstrale al mundo lo hermoso que es vivir bajo Su Gracia.
Espero que esta lectura sea de utilidad para ti y te ayude a crecer en sabiduría. Te agradezco mucho por haber llegado hasta el final. Si te gustó esta temática y quieres saber más al respecto, te invito a escuchar el más reciente episodio de Mujer, Podcast, titulado: “Activa tu poder interior”. El capítulo 240 ya está disponible en tus plataformas digitales favoritas. ¡No te lo pierdas!
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