10 Jan ¿Qué dice la Biblia sobre la fe?
La palabra fe está presente en la vida de cualquier persona cristiana y, sin ser religioso, es un término que al menos cualquiera pudo haber escuchado. En sus manejos este concepto tiene diversos enfoques, pero siempre está vinculado con la creencia de los seres humanos sobre la divinidad. La mejor manera de descubrir el verdadero significado de la palabra es buscarlo en las Escrituras, donde reposan las perspectivas cristianas de un concepto que nos ha acompañado desde el inicio de la Creación y que promete quedarse con nosotros durante toda la vida.
En esta ocasión, exploraremos la fe a través de diversos versículos de los libros de la Biblia, para entender de primera mano cuál es la forma correcta de manejar nuestras creencias y por qué son tan importantes para que podamos cumplir con nuestros propósitos y llegar a la vida eterna.
¿Qué dice la Biblia sobre la fe?
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
Hebreos 11:6-7
De acuerdo con este pasaje de Hebreos, la fe es el punto de partida para poder agradar a Dios. Tenemos que creer en Él y en Su Palabra para seguirle de corazón. Así como Noé, quien creyó en lo que no veía y, a pesar de ser señalado, obró y obedeció al plan realmente importante, dado por el Señor.
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Santiago 1:5-6
En este pasaje de Santiago, se nos invita a pedirle a Dios con transparencia y a no dudar de la capacidad que Él tiene para cumplir todo lo que le pidamos (e incluso más). La fe es lo contrario a la duda. Mientras la fe nos pone en el lugar correcto y seguro, la duda nos arrastra por los mares de la incertidumbre.
Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.
Romanos 14:1-3
Dios nos dice que incluso a los débiles se les debe recibir como hermanos. La fe se trabaja, se busca y se activa, y no podemos creernos más que los hermanos por haberla consolidado más pronto. Todo hijo de Dios es capaz de ver Su rostro. No seamos egoístas y procuremos el crecimiento de una comunidad hermosa, grande y cercana al Reino de los Cielos. En este y otros versículos se habla sobre el poder de la fe en servicio de la bondad de Dios. Ten certeza de que tu fe es valiosa y te devolverá en abundancia, amor y salvación todo lo que has sacrificado en Su nombre. Espera con calma los tiempos de Dios.
Si quieres profundizar más en este tema, escucha el reciente episodio de Mujer, Podcast, titulado: “7 secretos bíblicos para desatar el poder de tu fe”. El capítulo 245 ya está disponible en tus plataformas digitales favoritas.
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