Consejos para llevar la vida con calma y balance 

23 Apr Consejos para llevar la vida con calma y balance 

A veces queremos correr, a pesar de que sabemos que tenemos que caminar. A veces queremos saltarnos momentos importantes por el afán y la prisa. A veces le pedimos a Dios que atienda nuestras peticiones, pero cuando Él interviene, no somos capaces de abrir nuestros corazones y confiar plenamente en Él.

La vida que el Señor quiere para nosotros está llena de paz, propósito y bendición, sin embargo, debemos ejercer acciones concretas y tener la disposición de ser personas con procederes agradables a Dios.

En esta ocasión, quiero regalarte algunos consejos para que puedas vivir una vida plena, llena de calma y balance, en el nombre de Jesús. 

Consejos para llevar la vida con calma y balance 

Practicar la atención plena:

Cada cosa que vayas a hacer en tu día a día requiere tu atención. Con tu concentración podrás abordar las situaciones de una mejor manera y mucho más rápido. Evita querer hacer varias tareas a la vez y verás cómo tu enfoque puede ser la raíz de ideas y soluciones increíbles. 

Ser propositiva:

Que cada uno de los pendientes de tu día estén anclados a un propósito y que Dios esté presente guiando esa tarea. Esto además de centrarte bien en la base de tu día, también te ayudará a analizar cada escenario desde el enfoque positivo y no desde el control. Pídele a Dios que te ayude a hacer las cosas de la mejor manera posible para ti.

Aprende a decir “no”:

La disposición de ayudar y ceder es muy importante para los cristianos, pero también tenemos que aprender a poner límites saludables. En cada área de nuestra vida debemos tener el poder de decir “no” cuando lo consideremos necesario y sin sentirnos culpables. Todo tiene su momento y su ocasión, y si nuestra negativa está justificada por lo que está bien para Dios, debemos sentirnos en paz con nuestra decisión. 

Cada día habrá nuevos retos y aprendizajes que nos harán ser más sabios al final. Confía en que el Señor es quien guía tus pasos y no dejes de comprometerte con tu propósito. Luego verás cómo todo obra para tu bien.