¿Por qué Estás Mirando al Cielo?

07 Feb ¿Por qué Estás Mirando al Cielo?

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“¹⁰ Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, ¹¹ los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”  Hechos 1:10-11 

Hay mucha gente que su respuesta para todo es mirar al cielo.  Viven pensando y admirando algo que sucedió hace muchos años atrás, y no han hecho nada desde entonces.  Dios depositó poder en ti con propósito, para que te muevas con el Espíritu Santo.  Dios te lleva de gloria en gloria, y si has estado embelesado en cosas del pasado, Dios quiere decirte que tiene cosas aún más grandes en tu futuro.  Dios está listo para darte, pero muchas veces somos nosotros los que no estamos listos.  La religiosidad nos quiere mantener embelesados; mientras tanto, los gobiernos destruyen nuestra economía, firman leyes que van en contra de la palabra de Dios.  Ya vimos lo que Dios hizo en el cielo, pero vamos a mantener nuestros ojos bien abiertos a lo que hará en la tierra.  La iglesia de Dios tiene que estar lista para trabajar y hacer lo que se tenga que hacer.  Jesús venció al enemigo en la cruz del Calvario, y nosotros no tenemos que estar atados por las cosas del mundo.  No podemos quedarnos en ningún lugar lamentando las cosas que no pasaron. 

“El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará. Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas. Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.”  Eclesiastés 11:4-6 

En los primeros versos, esta escritura habla claramente de comercio, diciendo: Envía lo que tengas que enviar, vende lo que tengas que vender, pero no te quedes con las manos aguantadas, sin hacer nada.  Uno no pone todo lo que tiene en un solo lugar porque, si pasa algo, lo puedes perder todo.  Haz un poco aquí, y otro poco allá, porque no sabes dónde se va a dar lo que estás esperando.  No puedes vivir toda tu vida sabiendo hacer una sola cosa.  En la actualidad, hay que hacer muchas cosas para que una funcione.  Los que son padres, saben que no es solo una conversación la que les cambia el corazón a los hijos, son todas las veces que le habla de lo mismo, y no sabes cuál sea la ocasión en que despierten y entiendan los consejos que les estás dando.  Pero no podemos desmayar, tenemos que decirles una y otra vez hasta que suceda.  No podemos cansarnos, ni hacer las cosas tres veces y darnos por vencidos.  Como dice Eclesiastés: El que mira al viento, no siembra.  

Hay personas que van a la iglesia, se da una palabra poderosa, los hermanos comparten sus testimonios, se habla de las actividades importantes, y como están embelesados, no se enteran de nada.  También hay personas que siguen sufriendo relaciones que se acabaron hace mucho tiempo; déjalo atrás, y date la oportunidad de empezar otra relación conforme a Dios.  Si tuviste algún negocio que cerró, déjalo atrás, y haz otra cosa que sea una necesidad hoy día: O te mueves con los tiempos, o te quedas embelesado mirando al cielo.  Ha llegado el tiempo de movernos, porque si no haces nada, no recibirás nada.  

Por más grande que haya sido lo que ocurrió delante de los discípulos, tuvieron que venir dos ángeles a despertarlos y enfocarlos en la tarea que les había dejado Jesús.  Ellos tenían que ir a Jerusalén, tenían que predicar la Palabra, y tenían que llegar al lugar donde tendrían una cita con el Espíritu Santo, porque Dios iba a enviar poder sobre ellos.  Y a ti, Dios te ha enviado un mensajero para decirte que basta de mirar al cielo y estar embelesado.  El Espíritu Santo tiene una cita contigo, porque va a traer poder a tu vida, pero tienes que estar despierto para que esa bendición pueda descender sobre ti.  Como tú no sabes el camino del viento, ni los tiempos, siembra tu semilla de día y de noche.  Aunque parezca que Dios se desapareció entre las nubes, tú sabes que él está contigo, y que dondequiera que pises él te acompaña.  

Que no te falte valentía para moverte; Dios no va a apoyar tu inercia, él apoyará tus pasos de fe.  Quizás estás abatido, te han roto el espíritu de emprender, pero Dios te va a dar la victoria.  Él te llena de fuerza y vitalidad, como en los años de tu juventud.  No dejes de hacer el bien, porque a su tempo, segarás.  No dejes de orar, ofrendar, diezmar, ir a la iglesia, trabajar, y hacer lo que tienes que hacer, porque a su tiempo recibirás la recompensa.  Si te has sentido frustrado con tu negocio o tu familia, Dios te dice que él va a honrar tu fe y tu esfuerzo.  Dios cambia tu frustración en ánimo y en deseo de prosperar.  Dios te va a bendecir de manera tal, que tendrás que ser más diestro; vas a necesitar ayudantes, podrás darles empleo a otras personas.  Confía en la soberanía de Dios, él es dueño de todo y conoce todas las cosas.  El Señor te llevará al lugar correcto, y te pondrá en frente de las personas correctas.  A pesar de lo que pueda ocurrir, Dios sigue cuidándote, porque él es soberano.  Podrá llegar la calamidad, pero a ti no te tocará.  Trabaja con diligencia, todo el día; no te canses de sembrar.  A los padres, no se cansen de hablarle a sus hijos, por más necios que parezcan, y algún día verán el fruto, porque Dios va a honrar tus oraciones y tus esfuerzos.  No te canses de hacer el bien porque, a su tiempo, segarás. 

Mensaje transmitido por Televisión y Radio el Martes, 7 de Febrero de 2017

Código del Programa: RP-04B