No Temas, Cree Solamente

14 Feb No Temas, Cree Solamente

“…y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.²⁴ Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. […] ³⁵ Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? ³⁶ Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. ³⁷ Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo. ³⁸ Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.”  Marcos 5:23-24, 35-38 

Esta historia, principalmente, habla acerca del amor y el cuidado de los padres hacia sus hijos.  La Biblia dice que, cuando la hija de Jairo, principal de la sinagoga, se puso delicada de salud, este salió inmediatamente a buscar a Cristo y le dijo “Maestro, mi hija está enferma”.  

Un hijo no entenderá el amor de un padre hasta el momento en que se convierta en padre o madre.  Solo cuando se es padre se entiende cómo un padre puede amar, querer, cuidar, guardar, proteger.  A muchos le sucede que sus padres acostumbraban decirle algo que les molestaba, les disgustaba y les airaba, y de repente se encuentran diciéndoles la misma cosa a sus hijos y quedan atónitos; esto les hace pensar en cómo ellos debieron sentirse en aquel momento.  

No cabe la menor duda que esta niña era sumamente querida por sus padres.  Mientras su padre fue a buscar al Maestro, su madre se quedó allí junto a su lecho de muerte, y la vio morir.  Ambos amaban a su hija y ambos hicieron lo que en su momento les correspondía hacer.  No porque la madre se quedara junto a ella o porque el padre haya salido corriendo a buscar a Cristo, podemos decir que uno hizo lo correcto y el otro no.  La experiencia y el cuidado, tanto del padre como de la madre, simplemente fueron y son diferentes; por lo que no se puede decir que uno le amó más que el otro.  Esta niña era sumamente querida por sus padres y no tan solo por ellos, sino también por la gente que estaba allí. 

La Biblia dice que, cuando Jairo le está contando la situación al Maestro, Cristo recibe ese toque de la mujer de flujo de sangre y se detiene a escuchar a esta mujer.  Ahora, imagina cómo tú te sientes cuando estás esperando que alguien haga algo por ti, y viene alguien a interrumpir.  Muchas personas quieren que, cuando pidan algo, la otra persona salga corriendo a hacer el pedido y, probablemente, eso era lo que Jairo esperaba del Maestro.  Jairo, principal de la sinagoga y que probablemente conocía al Maestro, llegaba a pedir un milagro y esperaba que Cristo saliera al instante a hacerlo.  Pero no tan solo aquella mujer interrumpe el camino del Maestro hacia su casa, sino que una persona vino a interrumpir la fe de Jairo, diciéndole que su hija había muerto.  Ahora imagina que, lleno de fe, le pides a un Pastor, líder o hermano de la iglesia que se ponga en acuerdo contigo por tu hijo, matrimonio, salud, por tu negocio y ya casi listo para recibir tu milagro, alguien te dice es demasiado tarde y nada va a suceder.  

La escritura no dice directamente la reacción de Jairo, pero se sabe su reacción porque, en seguida que le dan la mala noticia, Cristo le dice: “No temas, cree solamente.” (v.36)  Los que son padres entenderán por lo que pasó Jairo en esos momentos porque, cuando se recibe una noticia acerca de un hijo, el corazón inmediatamente tambalea, y el temor hace que la fe desaparezca por unos segundos, y es ahí que vienen pensamientos negativos.  Estás en iglesia, orando, creyendo, intercediendo por tus hijos y recibes una llamada de alguien diciendo: Vi a tu hijo haciendo esto, diciendo esto; alguien me dijo que tu hijo está en tal situación o en aquella situación.  Muchos padres en una situación como esta, por un momento, perderían la fe acerca de sus hijos.  

Tal vez has recibido una mala noticia y, por uno o dos minutos, comenzaron a venir  pensamientos negativos, comenzaste a pensar en las consecuencias, en el tiempo que has orado, creyendo por tu milagro, y dices: ¿Cómo es posible que esto haya pasado?  Si en algún momento tú has pensado que tus hijos están muertos, hoy Dios te dice: No temas, cree solamente. 

Y conocemos el final de la historia.  Cristo levantó a la hija de Jairo de entre los muertos. 

No importa lo que hayan dicho acerca de tus hijos, los caminos que anden tus hijos, ni las amistades que tengan, mantente creyendo en el Señor Jesucristo.  No importa si tus hijos parecen estar muertos, o los problemas en que estén metidos; cree con todo tu corazón que el Espíritu Santo se va a encargar de convencer a tus hijos de pecado, de justicia y de juicio.  Cree con todo el corazón que Dios se va a encargar de hacer la obra en ellos. 

Mensaje Especial predicado por Pastora Omayra Font Domingo 6 de Marzo 2005

Código del Programa: OF03062005D_M A