67: ¡Confía en ti y no te compares!

01 Dec 67: ¡Confía en ti y no te compares!

Compararnos con las demás puede ser una práctica recurrente en muchas mujeres, sobre todo cuando sentimos que hay cosas que nos faltan por hacer, cuando sentimos que aún no hemos logrado alcanzar las metas que nos hemos propuesto y como medida para ver qué tanto hemos avanzado o qué tanto nos hemos estancado tomamos la realidad de otras personas para comparar: craso error. 

La comparación puede ser un reflejo de un problema de seguridad y de autoestima, al enfocarte desde este punto de vista generalmente lo haces desde la culpa o incluso desde el cuestionamiento. 

Para poder retomar el camino genuino de tus sueños y construir la prosperidad que tanto anhelas dejar de compararse con la realidad de otras personas es indispensable. 

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¿Qué hacer para superar esta situación? 

• Concéntrate en lo positivo que puedes aportar en la vida de otras personas. Siempre hay algo que aportamos en la vida de las personas que nos rodean: en el entorno familiar y en el ámbito laboral o en cualquier espacio donde estemos en nuestro diario vivir. 

• Confía en tus capacidades y en tu talento. Si bien es cierto que siempre hay algo que aprender o que perfeccionar, todas tenemos algo; tenemos la creatividad para generar cosas, para desarrollar un talento que nos puede caracterizar.

• Entiende que equivocarse es normal; de los errores aprendemos. Todo radica en la percepción que desarrollemos de los eventos que estamos viviendo. Enfócate en lo positivo y aprende. Esto te hará crecer y por ende te ayudará a enfocarte en la prosperidad. 

• Respetar la individualidad de cada persona y sobre todo la tuya misma. Esto significa que tú tienes tus propios sueños, tu propia realidad y las circunstancias que te rodean no son las mismas que la de las otras personas. Reconocer tu espacio y las características que lo definen te brindan la oportunidad de expandirte con más confianza. 

Recuerda siempre que la comparación es una percepción que has desarrollado de ti misma. Ten en cuenta siempre tu contexto, tu realidad y confía siempre en tus capacidades. Dios siempre tiene para nosotras un camino, un propósito. Cada paso que des, debes darlo con firmeza. 

Retoma el camino de tus sueños y construye tu futuro lleno de prosperidad, siempre en el camino de nuestro Señor.