155: ¡Auxilio, estoy mintiendo!

155: ¡Auxilio, estoy mintiendo!

En el episodio pasado tuvimos la oportunidad de comenzar a hablar de una problemática sumamente recurrente en la vida de todas las mujeres, la mentira.

Muchas de nosotras en cientos de ocasiones hemos dicho una u otra mentira pequeña, la cual pensamos no tiene ningún tipo de consecuencia, lo cual es totalmente falso.

Todas las mentiras, sin importar el grado de importancia que estas tengan, traen algún tipo de consecuencia negativa para nuestra vida o para la de las demás personas.

2 Principios fundamentales de la mentira en el ámbito espiritual

1- La mentira va más allá de la palabra

Si bien la palabra hablada puede ser una forma realmente poderosa de expresar nuestros sentimientos más profundos y verdaderos, en ocasiones puede transformarse en un montón de basura.

Cuando decimos mentiras, lo único que estamos haciendo es expresar ideas tanto en el ámbito físico y espiritual con las que no estamos de acuerdo, y claramente no reflejan el tipo de persona que somos.

Dios es la verdad, y él nos inculcó a cada una de nosotras con la verdad en nuestro interior, no expresar esa verdad en cualquier ámbito de nuestras vidas, nos convierte en personas que van contra la voluntad de nuestro señor, en pecadoras.

2- La mentira es un intento de ocultar la verdad

Hay igual que Adam y Eva se escondieron de Dios luego de comer el fruto prohibido, nosotras nos escondemos detrás de verdades a medias cada vez que decimos una mentira.

Hacer esto solo nos convierte en personas falsas, las cuales no tienen el coraje de aceptar las consecuencias de sus actos.

Si la mentira es tan nociva… ¿Por qué mienten las personas?

Si bien los motivos que pueden llevar a una persona a mentir pueden ser muy variados, en el fondo, la razón siempre será la misma, evadir la realidad.

La razón más poderosa que nos impulsa a los seres humanos para decir mentiras, ocultar la verdad o fingir ser otro tipo de personas, es siempre la misma, la incapacidad de enfrentar la realidad.

Pero tú como mujer creyente debes intentar dejar este instinto de lado, sin importar que tan complicada pueda ser tu realidad en este momento, no debes mentir, porque al hacerlo no solo te estarás engañando a ti misma y a los demás, sino que estarás dándole la espalda a Dios, quien es la verdad y quien posee la única verdad válida en esta vida.

Esta fue la segunda parte del especial de 3 partes “La mentira”, te invito a escuchar el siguiente episodio en el cual daremos cierre a este tema.

Agradezco a todas las mujeres que se tomaron un minuto de su tiempo para leer este episodio.

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