El poder de Dios en la vida de la mujer poderosa

31 Jan El poder de Dios en la vida de la mujer poderosa

La Biblia nos presenta muchos ejemplos de mujeres que fueron poderosas en su época, no por sus propias fuerzas, sino por el poder de Dios que actuaba en ellas. Estas mujeres nos inspiran a buscar a Dios y a confiar en Sus promesas, sabiendo que Él puede hacer grandes cosas en nuestras vidas.

¿Qué caracteriza a una mujer poderosa según la Biblia? ¿Qué cualidades la distinguen de las demás? ¿Cómo podemos ser mujeres poderosas en el mundo de hoy? Veamos algunas respuestas a estas preguntas:

1) Una mujer poderosa es una mujer de fe: La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1); una mujer de fe cree en el Dios vivo y verdadero, y en su Hijo Jesucristo, el Salvador del mundo; Una mujer de fe se aferra a las promesas de Dios y espera con paciencia Su cumplimiento; Una mujer de fe no se deja intimidar por las circunstancias adversas, sino que las enfrenta con valentía y confianza.

Un ejemplo de una mujer de fe es Rahab, la prostituta que escondió a los espías de Israel y que reconoció el poder de Dios sobre las naciones. Por su fe, ella y su familia fueron salvadas de la destrucción de Jericó, y ella se convirtió en parte de la genealogía de Jesús (Josué 2; Mateo 1:5).

2) Una mujer poderosa es una mujer de oración: La oración es la comunicación con Dios, el medio por el cual expresamos nuestra alabanza, nuestra gratitud, nuestra confesión, nuestra petición y nuestra intercesión. Una mujer de oración también ora por los demás, y se preocupa por sus necesidades. Un ejemplo de una mujer de oración es Ana, la madre de Samuel, que clamó a Dios por un hijo, y que le dedicó al Señor desde su nacimiento. Por su oración, Dios le concedió su deseo y le dio un hijo que fue un gran profeta y juez de Israel (1 Samuel 1).

3) Una mujer poderosa es una mujer de sabiduría: La sabiduría es la capacidad de discernir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, lo verdadero de lo falso. La sabiduría viene de Dios, y se adquiere por el estudio de Su Palabra, la obediencia a Sus mandamientos, y el temor de Su nombre. Una mujer de sabiduría aplica los principios bíblicos a su vida diaria, y toma decisiones acertadas, una mujer de sabiduría también enseña a otros con amor y mansedumbre, y edifica con sus palabras. Un ejemplo de una mujer de sabiduría es Débora, la profetisa y jueza de Israel, que guio al pueblo de Dios con justicia y que animó a Barac a derrotar al enemigo. Por su sabiduría, Dios le dio la victoria y la paz a Israel (Jueces 4-5).

Estas son solo algunas de las características de una mujer poderosa, según la Biblia. Hay muchas más que podríamos mencionar, como la lealtad, la generosidad, la humildad, la fortaleza, la dignidad, etc. Todas estas cualidades son fruto del Espíritu Santo que mora en nosotras, y que nos capacita para ser mujeres conforme al corazón de Dios. Y querida hermana, hoy quiero decirte que tú también puedes ser una mujer poderosa en el Señor. No importa tu pasado, tu condición, tu edad, o tu situación; Dios te ama, te llama, te perdona, te restaura, te usa, y te bendice. Solo tienes que rendirle tu vida, y dejar que Él haga Su obra en ti. Recuerda que el poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad, y que en Él somos más que vencedoras. 

¡Anímate a ser una mujer que alegra el corazón de Dios!