Yo soy genuinamente feliz

11 Oct Yo soy genuinamente feliz

Cuando a mi esposo, el pastor Otoniel Font, le piden decir una característica sobre mí, hay una que siempre suele mencionar: “mi esposa es feliz”. Y sí, yo soy una mujer genuinamente feliz. Me siento muy orgullosa de ver la vida desde esta perspectiva y me gustaría invitarte a descubrir la belleza oculta detrás de la felicidad verdadera.

En mi caminar diario, he descubierto el poder transformador de elegir el verdadero disfrute. Los placeres momentáneos son eso, un momento que se pasa. En cambio, el disfrute planteado de una manera consciente, permite que la sensación de bienestar pueda permanecer en el tiempo.

Créeme, cuando tú decides conscientemente disfrutar cada momento, cada espacio y cada situación, cambias todo lo que de forma implícita representaba algo, para tener una visión más objetiva de lo que significa.

Y de eso se trata, de darle significado a las cosas. No verlas como hechos aislados, sino más bien como acciones que suman para la construcción de nuestra felicidad. Piensa en todos los recuerdos que habitan en tu memoria. En su momento, muy probablemente, se trataba de un día normal, pero con el paso de los años, esos instantes se convirtieron en huellas imborrables que el tiempo dejó.

¿Te acuerdas de cuando eras una niña y te inquietaba saber de una buena vez cómo era la vida adulta? ¿Recuerdas cuando estabas en el colegio o en el instituto universitario y querías terminar por fin esas tareas que te generaban tanto estrés? ¿Te acuerdas cuando tus hijos eran apenas unos bebés y tú deseabas que el tiempo pasara rápido para que crecieran?

Tantas cosas que querías vivir de forma acelerada y no te tomaste el tiempo de disfrutar. Hay cosas que se viven una sola vez y por eso, como sea que ocurran, hay que decidir disfrutarlas de una manera consciente.

Felicidad no es ausencia de problemas

En este orden de ideas, me gustaría aclararte algo. Cuando digo que soy feliz, no me refiero a que tengo una vida perfecta o que no ocurran problemas que ameriten toda mi atención. Debes ser consciente de que así como tú, yo también tengo muchas situaciones por resolver.

Pero, hay un factor que puede cambiarlo todo: la actitud que asumimos cuando algo desafortunado toca las puertas de nuestras vidas.

Te contaré una historia que te ayudará a entenderlo mejor. Cuando estaba grabando el episodio 233 de Mujer, Podcast ocurrieron dos eventos específicos (que no debieron pasar) que terminaron por dañar el material gráfico recopilado en la cámara.

Es decir, para que ustedes pudieran disfrutar de todas las anécdotas y enseñanzas en “3 decisiones que te harán más feliz”, tuve que grabar este episodio tres veces. Sí, fueron imprevistos que cambiaron mis planes y me hicieron tener que replantear mi agenda, pero ten por seguro que eso no me robó mi alegría.

¿Quieres saber cómo lo asumí? Pues, me dije: “este será el episodio que traerá más bendición a la vida de las mujeres que siguen Mujer, Podcast”. Así que decidí verlo como una herramienta especial que nos costó mucho producir y que definitivamente, será un elemento de más crecimiento en todas las áreas de la vida.

Me disfruté todas las grabaciones, me reí con lo insólito de lo que había pasado y heme aquí, viéndole el lado positivo a eso que ocurrió. Sé que no siempre es fácil y hay cosas que no tienen una solución o alternativa inmediata. Pero, mantente enfocada en el hecho de que todo genera un crecimiento. Todo se transforma en aprendizaje y, al final, eso es una ganancia para ti.

Entiende que algunas veces te sentirás muy feliz por los resultados en sí, pero otras, serás mucho más sabia al gestionar la crisis de la mejor manera posible. Haz siempre lo mejor que puedas con lo que tengas, y Dios te guiará para transformar las circunstancias en lo que es necesario para tu propósito divino.

Si quieres disfrutar del episodio 233 de Mujer, Podcast, titulado “3 decisiones que te harán más feliz”, encuéntralo en tu plataforma digital favorita. Está disponible por medio de Spotify y Apple Podcasts.

Te agradezco por dedicar unos minutos de tu vida a leerme y aprovecho para recordarte que la vida es lo que tú quieres que sea. Tú eres la autora del libro de tu vida y debes ser la protagonista de esa bella historia que Dios planeó para ti. Habrá capítulos difíciles, pero al final, todo te llevará a ser tu mejor versión.