3 consejos para no volver a los viejos patrones

3 consejos para no volver a los viejos patrones

Imagina que estás en un paseo hermoso, con flores de colores vivos y un día perfectamente soleado. Mientras estás disfrutando de ese día especial y de las maravillas de la obra divina, llega de forma sorpresiva una abeja y te pica.

Todo el momento se disuelve por la presencia de este animalito, que aunque parezca inofensivo, es capaz de producirte una reacción alérgica y hacerte parar en urgencias. 

Ese día soleado es tu nueva identidad y esa abeja son tus viejos patrones. No es nada personal contra las abejitas, que tan importantes son para el desarrollo de nuestros ecosistemas. Más bien es una referencia al hecho de que algo que parece pequeño puede ser muy poderoso, y puede llegar a sacarte del camino correcto que Dios ya ha trazado para ti. 

Por eso, hoy quiero mostrarte cómo mantenerte firme en tu nueva identidad y aprender a vivir a través de la verdad que Dios ya pronunció sobre ti. Identificar la presencia de algún viejo patrón que te hala hacia tu antigua criatura es fundamental para alejarnos del retraso y continuar en el propósito divino que nos ha sido encomendado, y por el que Cristo ya luchó en nuestro nombre.  

Te regalo estos 3 consejos para evitar volver a los viejos patrones y ser esa nueva criatura que Él transformó para Su Gracia: 

1. Sé consciente de tus actos

Tener presente la intencionalidad de cada uno de nuestros actos es fundamental para mantenernos seguras en nuestro camino. Esto no quiere decir que tengamos que estar como robots cronometrando cada movimiento, pero sí es necesario detenernos a pensar: ¿esto que estoy haciendo pertenece a mi nueva identidad o es una actitud derivada de mis viejos patrones?

Descubrirnos haciendo algo que no nos identifica con nuestros ideales actuales nos permitirá estar más compenetradas con nuestros propósitos y ser íntegras. 

Si decidiste dar entrada a Dios a tu vida y permitir que Él te transformara, es porque seguro lo que había antes no era bueno, suficiente o adecuado para ti. Entonces, ¿por qué tendrías que volver a ello? 

2. No te des por vencida

Ya fuiste transformada, ya Dios te renovó y te dio una nueva identidad en Él. Sin embargo, es probable que en el proceso de adaptarte a esta realidad hermosa que Cristo creó para ti, te encuentres perdida un par de veces.

Puedes fallar, pero la respuesta que seas capaz de dar, a consecuencia de esa falla que tuviste, es lo que definirá tu compromiso con tu transformación.

No permitas que tus errores te definan. Más bien demuestra que eres mucho más que eso. Que hay mucho más en ti para dar, y que en tu humanidad, tienes la suficiente humildad para mostrarte vulnerable y rectificar lo que has hecho mal.

3. Ten fe 

Dios es el inicio de todo y el punto de partida para que los problemas no lo sean más. Él inició este proceso contigo y se encargará de acompañarte en cada paso del camino. 

Cuando sientas debilidad, encomiéndate y busca guía en Su Palabra. Recuerda, Él fue capaz de convertir en una realidad eso que tanto soñaste. Para Él, como siempre, no habrá nada imposible y en Él no encontrarás juicio. Solo tendrás luz, consuelo y esperanza en Sus brazos. Que la esencia de Su vínculo sea de alabanza, respeto y consideración, no de huida en los momentos difíciles.

Qué emoción verte llegar hasta este punto de la lectura y espero que sea de absoluto provecho para tu vida. Gracias por permitirme entrar a tu vida y ser multiplicadora de este mensaje que Dios puso en mi corazón en esta oportunidad. 

Además, quiero felicitarte por buscar el fortalecimiento de tu fe cristiana. Te invito a escuchar el reciente episodio de Mujer, Podcast, que se titula: “Deja de intentar ser mejor y aprende a ser nueva – Parte 2”.  Esta edición, que corresponde al episodio 239, te ayudará a poner en perspectiva toda la información que te compartí en este escrito y a alcanzar el máximo potencial en cada una de las áreas de tu vida. Te bendigo grandemente y espero volver a tenerte aquí muy pronto. 

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