Si te sientes estancada escucha esto

Si te sientes estancada escucha esto

¿Por qué yo no avanzo?

En esta oportunidad trataremos sobre el tema del sentimiento relacionado con el estancamiento y, – más importante aún- el cómo trabajar esta situación para que nunca más vuelvas a ese punto.  

¿Cómo se presentan estas emociones en mí día a día? 

Probablemente te invaden una serie de cuestionamientos relacionados a esta emoción:

Sientes que no hay progreso en tu vida profesional y personal: 

Que no avanzas en tu carrera, incluso en tu matrimonio porque sientes que la rutina te ha afectado.

Sientes que no terminas por cumplir tus metas y  que no alcanzas todo lo que te has propuesto: tus ingresos no mejoran; las deudas persisten  y aún no tienes la casa de tus sueños. 

Hasta tu salud sientes que no va bien, sientes que te alejas de tu peso “ideal”. 

Todos estos sentimientos ¡terminan hoy! 

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Primer paso

Es importante saber diferenciar entre estar estancadas y sentir que estás estancada. Son dos cosas totalmente diferentes. Al no poder diferenciar estos dos escenarios entras en estado de frustración y es en ese estado emocional donde inicia el sentimiento de estancamiento. 

El estar estancadas es la realidad de no tener progresos en nuestras vidas. Cuando no hemos avanzado en relación a las metas que nos hemos propuesto:

Para saber si estás estancada debes tener una medida. Una comparativa entre la meta y el tiempo de ejecución de esa meta que te permita visualizar si avanzaste o no.

La realidad es que en muchas ocasiones nos sentimos estacadas cuando esto es sólo una percepción equivocada de nuestra realidad. 

 Pese a esta afirmación tú podrías argumentar:

 “llevo años ganando el mismo salario”

“Aún tengo unos kilitos de más”

“Aún tengo los mismo problemas de siempre…”

Sin embargo, hay otras razones que te permitirán ver si verdaderamente estás estancada.

¿Cuáles son estas razones? 

La primera razón es: las circunstancias que están fuera de nuestro alcance. Hay situaciones por las cuales todas nosotras enfrentamos en algún momento de nuestras vidas que nos lleva a detenernos o bajar la intensidad a tal punto que nos desaceleramos y  nos alejamos de nuestros objetivos. 

En este escenario es de real importancia saber que: ¡no eres tú! 

 Son las circunstancias externas que no dependen de tu accionar directamente. Un ejemplo ilustrativo puede ser: cambios en la economía, cambio de trabajo, situaciones familiares que no dependen de ti, una enfermedad, entre otros factores externos que no depende de ti y han hecho que detengas tu proceso. 

Es importante que identifiques que: 

  • No las has determinado tú
  • No las puedes controlar

La segunda razón son nuestras decisiones. En ocasiones nuestras decisiones nos hacen retroceder y no nos permite avanzar. Tal vez nos planteamos un escenario con la idea de avanzar, pero no resultó lo esperado. 

¡Esto puede pasar! ¡Nos pasa a todas! 

Es importante detenerse y pensar sobre esto: tú podrás decir “No se trata de las circunstancias y de mis decisiones; el estancamiento en mí es sobre todo una emoción” 

Acá les dejo una pequeña reflexión:

A veces nos sentamos a mirar nuestro alrededor y nos damos cuenta que sí hay progreso en nuestras vidas pero aun así nos sentimos estancadas. 

Esto nos suele pasar porque solemos observar todo con rigidez y sometemos lo que estamos experimentando a un ideal, -esto se puede aplicar a cosas tan simples como una receta que teníamos en mente y no poseemos los ingredientes deseados hasta decisiones transcendentales en nuestro día a día-, hay muchas opciones pero no podemos verlas porque no están exactamente como las imaginamos. 

Los momentos de real complicación no son precisamente cuando estamos estancadas, sino cuando nos sentimos estacadas. 

 ¿Por qué nos sentimos así aun cuando experimentamos progreso?

Relación de nuestros pensamientos en mis emociones

Hay tres pensamientos fundamentales que determinan el por qué nos sentimos estancadas: 

  • Cuando tratamos de vivir bajo los estándares de otras personas: si mides tu vida bajo el patrón de vida de otra persona ajena a  ti, te encuentras en una competencia en total desventaja. Una cosa es que alguien te inspire, pero esto no debe ser la medida exacta para ti. Tal vez no te des cuenta, pero sentirás que esa persona siempre te lleva ventaja. 
  • Cuando nuestros únicos objetivos están centrados  en probarle a otra persona lo que somos: esto  sucede cuando te centras en otras personas y no en ti misma. Bajo esta idea llegará este sentimiento de estancamiento. Si alguien te subestimó no te centres en él.  
  • Cuando nos llenamos de pensamientos como el “debería”, lo que debió ser y no está hecho:   Con el “debería” empezamos con la premisa equivocada en nuestras vidas. Bajo esta premisa experimentamos diversas sensaciones de estancamientos y de frustración, estarás en un continuo cuestionamiento por “lo que debía haber hecho y no estoy haciendo aún”  y esto no te permite ver nuevos escenarios. 

Cuando hay frustración, nuestro juicio se verá afectado y eso no permitirá que avances en las cosas que de verdad son importantes en tu vida. 

¿Qué se podemos hacer para trabajar el estancamiento? 

Hay tres aspectos fundamentales para trabajar esta emoción:

  • Identificar las razones del estancamiento real o sentido: debes identificar si estas estancadas por situaciones que están fuera de tu alcance o por tus decisiones. Ambas rutas te indican que el camino es trabajar desde dentro, contigo misma. Al tener identificada las razones tú podrás trabajar directamente con ellas para poder avanzar. La respuesta va a estar en la próxima decisión que tú tomes. 
  • Debes ser honesta contigo misma: puedes estar tentada a buscar respuestas en las situaciones externas y refugiarte ahí. Debes sincerar tu situación real.  En el caso de ser realmente las situaciones externas debes tomar las acciones intencionales necesarias para avanzar pese al contexto.
  • No pongas excusas: toma pequeñas acciones de inmediato para comenzar a tener progreso. Es cuestión de querer, de moverse y de hacerlo ¡El momento de moverte es hoy!

Al tomar las acciones intencionales necesarias para progresar, las emociones sobre tu situación cambiarán significativamente y esto te permite avanzar.

Para reforzar este proceso y dejar de sentirte estancada hay otras herramientas importantes  que te ayudarán a no volver a esta emoción:

  • Reevalúa tus objetivos: piensa bien lo que estas  persiguiendo y analiza si tiene el verdadero valor que hoy tú le estas dando. Muchas veces escuchamos personas diciendo “seré feliz el día que me case”. Pero tú puedes ser feliz todos los días de tú vida. 

La realización es un sentimiento; en este sentido, es importante reevaluar nuestros objetivos  y ver si de verdad tiene el valor que le estoy otorgando.

  • Mira si eres mejor persona que ayer: mírate como persona, mírate internamente. Es importante que le demos el valor necesario a nuestra vida personal y espiritual. 

¡Si alcanzas madures espiritual y emocional, tienes progreso! ¡Ya no estas estancada!

  • Establece nuevas metes para medir tu progreso en la vida: recuerda no olvidar tus procesos internos. Saber que avanzas si espiritualmente tienes la madures para replantear y avanzar. 

¡Hoy la meta es realizar algo pequeño que te haga sentir que has iniciado el proceso para salir del estancamiento! 

5 Comments
  • Yira Pesantes Villamar
    Posted at 10:24h, 15 May Reply

    Muy bueno, lo repetí!

  • roz
    Posted at 23:22h, 22 May Reply

    amen, me siento asi en estos momentos, soy una oveja perdida

    • Admin2
      Posted at 08:38h, 06 July Reply

      Que este mensaje te sea de bendición. Te bendecimos

  • Yulitza
    Posted at 11:30h, 19 April Reply

    Gracias! Lo agradezco

  • Ovalles
    Posted at 11:33h, 19 April Reply

    Gracias! Lo agradezco

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